Crítica:

Elevado nivel en el concurso Paloma O'Shea

Las segundas pruebas eliminatorias del concurso Paloma O'Shea han alcanzado un muy elevado nivel medio, tal y como corresponde a una competición situada ya entre las más grandes, como afirma el profesor André Marescotti, tantos años presidente de la Federación Internacional de Concursos de Música.

Sólo ocho pianistas pasan a la semifinal (un recital y una actuación con el Cuarteto de Praga): los soviéticos Nigora Ajmedova (de 27 años) y Rauf Kasimov (30), los estadounidenses William Koehler (30) y Edward Zilverkant (de 20 años, el más joven de los semifinalistas), el chino Hsu FeiPi...

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Las segundas pruebas eliminatorias del concurso Paloma O'Shea han alcanzado un muy elevado nivel medio, tal y como corresponde a una competición situada ya entre las más grandes, como afirma el profesor André Marescotti, tantos años presidente de la Federación Internacional de Concursos de Música.

Sólo ocho pianistas pasan a la semifinal (un recital y una actuación con el Cuarteto de Praga): los soviéticos Nigora Ajmedova (de 27 años) y Rauf Kasimov (30), los estadounidenses William Koehler (30) y Edward Zilverkant (de 20 años, el más joven de los semifinalistas), el chino Hsu FeiPing (30), el brasileño Jose Locarelli (45), el argentino Daniel Rivera (32) y el irlandés Hugh Tinnay (25 años).

Todos ellos, además de un amplio programa clásico, romántico e impresionista, han interpretado Cadencia, compuesta por Cristóbal Halffter expresamente para el presente concurso. No se trata de una obra de circunstancias, sino de una música sólidamente estructurada y plena de bellezas sonoras. A lo lejos puede quedar, si se quiere, la sombra de un esquema de primer tiempo de sonata, pero el pensamiento musical y el lenguaje son tan de hoy que confirman la valía del compositor madrileño y enriquecen el largo legado pianístico español. Cadencia ha convencido a todos, incluso a los más conservadores, y ha supuesto una apertura de horizontes en el repertorio y el estilo habitual de tantos intérpretes formados en escuelas y conservatorios aferrados a lo tradicional.

El paraninfo de la Magdalena ha sido un hervidero de público (y algunos días, de temperatura) desde el día 23 hasta anteayer, entusiasmo que en grado creciente pasa hoy al auditorio universitario de las Llamas, en el que se celebran las semifinales, para desembocar en la finalísima con orquesta de la multitudinaria plaza Porticada, anunciada para el próximo día 4 de agosto.

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