Las negociaciones para ampliar la CEE, prioridad esencial de la presidencia irlandesa

"Dilficiles concesiones" y "fino hilado" serán necesarios en esta "fase final y decisiva" de las negociaciones de adhesión a la Comunidad Económica Europea de España y Portugal, manifestó ayer ante el nuevo Parlamento comunitario, reunido en Estrasburgo, el presidente en ejercicio del Consejo de Ministros de la CEE, el titular irlandés de Asuntos Exteriores, Peter Barry. En el programa de trabajo del semestre de presidencia irlandesa, Barry mencionó la finalización de las negociaciones como "una de las prioridades esenciales, si no la primera prioridad política". De diversas partes de esta asa...

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"Dilficiles concesiones" y "fino hilado" serán necesarios en esta "fase final y decisiva" de las negociaciones de adhesión a la Comunidad Económica Europea de España y Portugal, manifestó ayer ante el nuevo Parlamento comunitario, reunido en Estrasburgo, el presidente en ejercicio del Consejo de Ministros de la CEE, el titular irlandés de Asuntos Exteriores, Peter Barry. En el programa de trabajo del semestre de presidencia irlandesa, Barry mencionó la finalización de las negociaciones como "una de las prioridades esenciales, si no la primera prioridad política". De diversas partes de esta asamblea llegó una petición para un debate completo sobre la cuestión en septiembre.

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Barry reiteró la voluntad de terminar las negociaciones en septiembre, "o al menos lo más rápidamente posible después de esa fecha". El proceso, según Barry, "exigirá concesiones difíciles tanto para establecer un equilibrio entre los actuales Estados miembros como para establecerlo entre toda la Comunidad y los Estados candidatos a la adhesión. Será necesario", añadió "hilar fino para la redacción y la negociación de los diversos textos de compromiso".Posteriormente, Barry reconfirmó la fecha del 1 de enero de 1986 para el ingreso de los dos países candidatos y señaló que la presidencia irlandesa "aumentará el ritmo de trabajo, multiplicará las reuniones y mantendrá toda su determinación" para cumplir ese objetivo.

Barry se refirió asimismo a la preocupación de los países terceros ribereños del Mediterráneo por las consecuencias del ingreso de España y Portugal y señaló que se definirán las grandes líneas de la futura política de la CEE en el Mediterráneo "antes del fin de las negociaciones" de adhesión.

El discurso de Barry y el posterior debate estuvieron, sin embargo, principalmente centrados en el problema presupuestario de la CEE, que "a pesar de Fontainebleau siguen pesando sobre la Comunidad". Barry consideró "esencial" tomar una decisión en septiembre para cubrir el déficit y la bancarrota anunciada de la CEE para el otoño, ya que, como pronto, los nuevos recursos financieros de la CEE no entrarán en vigor hasta octubre de 1985.

Varios eurodiputados mostraron su descontento por la fórmula de la cumbre de Fontainebleau para solucionar el problema de la contribución británica al presupuesto. Hoy se votará la propuesta de bloquear de nuevo el cheque de devolución a Londres, por valor de 97.000 millones de pesetas para 1983, que quedó desbloqueado tras la cumbre.

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Largo espacio dedicó Barry a la necesidad de luchar contra el paro, reconociendo que una "iniciativa específica" no sería fácil. Insistió en la necesidad de crear un verdadero mercado interior en la CEE y de lanzar nuevas políticas comunitarias.

El Parlamento rechazó una resolución del ultraderechista francés Jean Marie le Pen, en la que parecía confundir Canarias y Baleares, ya que señalaba que se estaba "informando de que las Baleares se convertirían en islas francas tras el ingreso de España en la CEE", y pedía un estatuto similar para islas como Córcega.

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