Los astilleros de Bazán y Astano aportan el mayor número de gallegos vasectomizados

Los astilleros de Bazán y Astano y en general la comarca de Ferrol, convulsionada por el trance de la reconversión, aportan el mayor número de varones voluntariamente esterilizados de toda Galicia. Buena parte de los 250 gallegos vasectomizados se han reunido, en compañía de sus mujeres, en una cena de hermandad celebrada el pasado viernes en Naron (Ferrol), atendiendo la convocatoria del Consello Galego da Saude, una entidad de base no vinculada a la Administración que tiene entre sus objetivos "defender la salud pública y ampliar el campo de prestaciones de la Seguridad Social".

"...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los astilleros de Bazán y Astano y en general la comarca de Ferrol, convulsionada por el trance de la reconversión, aportan el mayor número de varones voluntariamente esterilizados de toda Galicia. Buena parte de los 250 gallegos vasectomizados se han reunido, en compañía de sus mujeres, en una cena de hermandad celebrada el pasado viernes en Naron (Ferrol), atendiendo la convocatoria del Consello Galego da Saude, una entidad de base no vinculada a la Administración que tiene entre sus objetivos "defender la salud pública y ampliar el campo de prestaciones de la Seguridad Social".

"Algunos compañeros de trabajo comentaban que se nos iba a caer la barba y que nos cambiaría la voz". Alfonso Tellado, 35 años, casado y con dos hijos, obrero de Bazán, se operó en julio del pasado año, un mes después de que una ley orgánica despenalizara las prácticas de esterilización voluntaria, castigadas hasta entonces como un delito de mutilación. Fue uno de los pioneros, junto con otros compañeros del taller de maquinaria del astillero, y asegura que han mejorado notablemente las relaciones con su pareja. "Ya no tenemos los problemas que teníamos antes, esos miedos".

De 35 a 38 años, casado, con dos o tres hijos, y con nivel adquisitivo medio tirando a bajo, podrían ser los rasgos del prototipo de vasectomizado en la comarca de Ferrol. Según una muestra realizada entre las 100 primeras personas que decidieron cliparse los conductos deferentes, 45 de las parejas tenían dos hijos, y 24 de ellas, tres. Se dan también casos de familia muy numerosa. El nivel económico de 53 de ellos era considerado medio, entendiendo por tal el tener trabajo estable y piso propio; bajo, el de 31 -sin piso y con trabajo eventual-. Había nueve casos de parados y siete de nivel alto. Sólo hay un soltero, el universitario Xosé Luis Vaamonde, a quien se le puso como condición que dejara esperma en un banco.

Difundir la idea

Tellado luce la misma barba que antes de la operación, es ahora un entusiasta colaborador del Consello y explica que la idea de celebrar, con mesa y mantel, el I encontro de vasectomizados surgió "para difundir la idea, por sus evidentes ventajas sobre otros métodos para el control de la natalidad, y dar ejemplo asumiendo públicamente nuestra condición; hasta ahora lo íbamos propagando de boca en boca, pero hay que romper esquemas".En la actualidad, cada 10 días se practican una media de 15 vasectomías. Las operaciones son gratuitas, por mediación del Consello, que se sostiene con las únicas aportaciones de sus asociados.

"En la facultad no nos enseñaron a hacer estas cosas y tuve que aprender por mi cuenta", dice Pastor Alonso Paz, un joven médico de 30 años, alma mater del Consello da Saude, principal propagandista de este método y ejecutor de la mayoría de los clipajes registrados hasta ahora en Galicia. "Se trata de una operación muy sencilla, de apenas 15 minutos, y hasta ahora no se han presentado complicaciones de relieve".

El médico Pastor es teniente de alcalde en Narón y considera que "la planificación familiar en Galicia está en pañales por la dejadez de la Administración". Una de las conclusiones de la encuesta entre los vasectomizados es que "la mayoría han mejorado ostensiblemente en sus relaciones con la pareja". Sus desvelos en este campo le han granjeado popularidad y simpatías, como se evidenció en la cena del viernes, pero también odios y anatemas. "Algunos médicos de la privada están que trinan", reconoce. No son los únicos. Desde el púlpito, el párroco de Santa Cecilia truena contra el peligro de "ese Herodes moderno".

Archivado En