Crítica:'POP'

De menos a más

Pasada la medianoche, Enrique Moral, concejal de Cultura, que había llegado con el alcalde al paseo de Camoens, buscaba a los organizadores para saber por qué protestaba la gente. Aquella gente, miles de personas, las más deseosas de música y diversión en esta ciudad, habían aguantado noches de frío y lluvia de pie, oprimidos y empujados. Dicen que el sábado había más de 20.000.Alarma, un trío experto en rock y sus confluencias, se enfrentó hacia las nueve de la noche con la gran audiencia heterogénea bajo un cielo gris amenazante. Rock machacón, de bajo insistente, guitarra dura...

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Pasada la medianoche, Enrique Moral, concejal de Cultura, que había llegado con el alcalde al paseo de Camoens, buscaba a los organizadores para saber por qué protestaba la gente. Aquella gente, miles de personas, las más deseosas de música y diversión en esta ciudad, habían aguantado noches de frío y lluvia de pie, oprimidos y empujados. Dicen que el sábado había más de 20.000.Alarma, un trío experto en rock y sus confluencias, se enfrentó hacia las nueve de la noche con la gran audiencia heterogénea bajo un cielo gris amenazante. Rock machacón, de bajo insistente, guitarra dura y desafiante con punteos agudísimos adornaban una voz monótona, lineal, en los distintos temas, que aparecían muy semejantes. "Parecéis viejas", provocó el guitarrista, ex Cucharada, Jaime, mientras el público, excepto seguidores, aguantaba impasible ante el escenario, actitud que mantuvo en la actuación siguiente. Hilario Camacho tiene una banda madura, casi perfecta. José Antonio Romero, guitarrista, y Arturo Soriano al saxo interpretaban coordinados solos espectaculares entre los cantos de Camacho, que tras calentar su voz logró tonos excelentes, sobre todo en sus nuevas composiciones, Gris y loco, de notable sonido californíano, y Tela de araña. Además, ninguna batería ha sonado con más imaginación que la de Luis Abela.

Fiestas de San Isidro

Conciertos de Alarma, Hilario Camacho, Loquillo-Alaska y Los Trogloditas y Radio Futura.Paseo de Camoens, parque del Oeste. Madrid, 20 de mayo.

Loquillo declaró al final de su recital machero, que no había tenido tiempo para divertirse en escena. Comenzó a toda pastilla, con un tema tras otro sin parar. Los Trogloditas conocen el rock and roll. Alaska, garganta débil y abierta inteligencia, salió para añadir su voz a Rock and roll star y Ritmo del garaje, y para posar junto a Loquillo ante los fotógrafos.

Lluvia, fuegos y Radio Futura

Tierno Galván acudió al parque del Oeste para contemplar el espectáculo admirable y alucinante de los fuegos artificiales, apoyados por Haendel, fundido al final con Singing in the rain en la voz de Kelly. Pero el profesor se perdió el posterior suceso asombroso. Muchos madrileños empapados soportaban a la una de la madrugada la tardanza del grupo estrella. Radio Futura es el primer grupo pop español, y lo demostraron ante una audiencia que acertó en continuar allí para tararear cada uno de los temas de los Auserón y compañía.

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