FERIA DE SEVILLA

José Luis Marca lo vio claro

Tiene 54 años, la mirada despierta y amplia, como cualquier campesino arropado a las faldas del Moncayo. José Luis Marca, dice, lo vio claro cuando tenía 20 años. Había toreado tres novilladas, y el resultado de éstas no pudo ser más desalentador para sus aspiraciones "Por eso", dice, "decidí dedicarme a otras cosas del toro". En los otros menesteres le fue tan bien que casi se ha convertido en el nuevo rey Midas de la fiesta.No le van las medias tintas, ni tampoco las medianías. Prefiere ir a por lo seguro. Es la constante de su vida profesional, el dos-más-dos-son-cuatro, ese tipo de aventur...

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Tiene 54 años, la mirada despierta y amplia, como cualquier campesino arropado a las faldas del Moncayo. José Luis Marca, dice, lo vio claro cuando tenía 20 años. Había toreado tres novilladas, y el resultado de éstas no pudo ser más desalentador para sus aspiraciones "Por eso", dice, "decidí dedicarme a otras cosas del toro". En los otros menesteres le fue tan bien que casi se ha convertido en el nuevo rey Midas de la fiesta.No le van las medias tintas, ni tampoco las medianías. Prefiere ir a por lo seguro. Es la constante de su vida profesional, el dos-más-dos-son-cuatro, ese tipo de aventuras que, "masticadas", las coge al vuelo y les saca el máximo provecho. Tuvo, asegura, sus buenos maestros. Recuerda con buen agrado la época de cuando fue gerente de la plaza de toros de Zaragoza, a las órdenes de Diodoro Canorea, el empresario actual del coso sevillano.

Esto de apoderar toreros no es faceta nueva para Marca. Antes en los inicios de la década de los sesenta, ya encumbró a un sevillano, Manuel Álvarez, El Bala, hombre cuya vida taurina estuvo siempre rodeada de polémica. Con este torero Marca se cortó la coleta en los asuntos de apoderamientos.

Prefirió entonces la vida sedentaria del empresario, y regentó con éxito plazas como las de Egea de los Caballeros, Teruel, Aranda de Duero y Soria. Pero este ciclo, aunque productivo, le aburría un tanto. Después de pensarlo un par de veces, decidió, hace poco más de un año, lanzarse de nuevo al ruedo y "apoderar a alguien". Se hizo cargo de Paco Ojeda, un torero que, según Marca, "olía a ganador".

Dentro de un mes y algo, Paco Ojeda lidiará seis toros en Nimes (Francia) y cobrará por una sola tarde la escandalosa cifra de 18 millones de pesetas, dinero que ningún torero ha podido embolsarse jamás por una sola actuación.

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