Reportaje:Salud

Un concentrado vitamínico

El polen, un alimento completo de alto valor nutritivo carente de toxicidad

El polen de las flores, empleado por las abejas para alimentar a sus larvas, ha sido ignorado como producto nutritivo en la alimentación del hombre. Sólo a principios del siglo XX los especialistas en materia apícola empezaron a examinar cuidadosamente la composición de este minúsculo producto (simiente masculina de las plantas), con vistas a sus aptitudes nutritivas para el hombre.Las investigaciones realizadas por V. Déviatine en el Instituto de las Vitaminas de la URSS confirman que el polen posee un alto concentrado de vitaminas. Asimismo, las investigaciones de S. Lébédev han hallado una ...

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El polen de las flores, empleado por las abejas para alimentar a sus larvas, ha sido ignorado como producto nutritivo en la alimentación del hombre. Sólo a principios del siglo XX los especialistas en materia apícola empezaron a examinar cuidadosamente la composición de este minúsculo producto (simiente masculina de las plantas), con vistas a sus aptitudes nutritivas para el hombre.Las investigaciones realizadas por V. Déviatine en el Instituto de las Vitaminas de la URSS confirman que el polen posee un alto concentrado de vitaminas. Asimismo, las investigaciones de S. Lébédev han hallado una cantidad muy elevada de caróteno, y el polen de lirio y el de acacia blanca posee una cantidad de caróteno muy superior a la contenida en la zanahoria (tenida como una de las mejores fuentes de vitamina A).

El doctor Ask Upmark, profesor de la universidad de Upsala, en Suecia, ha editado diferentes trabajos exponiendo el elevado éxito del polen en los tratamientos para las dolencias de la próstata. Asimismo, los doctores Leander y Palmatierra, de Estocolmo, han obtenido resultados muy positivos en la curación de la prostatitis.

El polen es un alimento completo, ya que contiene agua, hidratos de carbono, grasas, proteínas, aminoácidos -leucina, livina, valina, arginina, cistidina y ácido glutámico, entre otros, y en cantidades bastantes apreciables-, así como sales minerales -potasio, magnesio, fósforo, cloro, cobre, calcio, hierro, azufre, manganeso y sílice- y gran cantidad de vitaminas.

Las propiedades del polen son aprovechadas por el organismo casi en un cien por cien, dado que su ingestión requiere un esfuerzo mínimo de digestión, pues es muy asimilable y la simpleza de su composición hace que los elementos contenidos en el polen puedan ir casi directamente a la sangre, ahorrando al organismo gran parte del trabajo que éste realiza en la transformación de los alimentos. A su alto valor nutritivo hay que añadir la carencia absoluta de toxicidad, que le hace recomendable a los anémicos, personas debilitadas o convalecientes, niños en edad de crecer, personas que necesitan estimular sus facultades mentales -disminuidas por estrés o cualquier otra causa-, las mujeres embarazadas y lactantes...

El polen regula extraordinariamente las funciones intestinales puesto que constituye un remedio muy eficaz tanto en las colitis como en el estreñimiento.

El sabor del polen cambia con frecuencia, ya que se recoge de diversas especies florales. Aunque puede consumirse solo, a veces el sabor resulta desagradable; cuando esto ocurre, se combina desleído con miel, malta, zumos de frutas naturales, mermelada, etcétera. Las cantidades aconsejadas a las personas sanas consisten en una cucharada rasada en ayunas o tres cucharaditas de las de café al día, suministradas en tres veces y siempre antes de las comidas. El tratamiento se debe hacer durante 20 días, siendo conveniente llevarlo a cabo al comienzo de las estaciones.

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