El textil, un plan que funciona
De los 11 planes de reconversión impulsados por la ley Bayón para intentar frenar la carrera hacia el desahucio de la industria espaflola, siete -siderurgia no integral, semitransformados de cobre, forja pesada, electrodomésticos de la línea blanca, componentes electronicos, textil y calzado- han repercutido en Cataluña y se están llevando a cabo con mayor o menor éxito.La reconversión textil ha conseguido hasta el momento el relanzamiento de uno de los sectores industriales más fuertemente afectados por la crisis. La mejora registrada por el sector textil es una muestra positiva de los...
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De los 11 planes de reconversión impulsados por la ley Bayón para intentar frenar la carrera hacia el desahucio de la industria espaflola, siete -siderurgia no integral, semitransformados de cobre, forja pesada, electrodomésticos de la línea blanca, componentes electronicos, textil y calzado- han repercutido en Cataluña y se están llevando a cabo con mayor o menor éxito.La reconversión textil ha conseguido hasta el momento el relanzamiento de uno de los sectores industriales más fuertemente afectados por la crisis. La mejora registrada por el sector textil es una muestra positiva de los planes de reconversión.
El sector textil -7.200 empresas aproximadamente en toda España y 420.000 trabajadores; es decir, el 10% de la ocupación industrial- está concentrado esencialmente en Cataluña, a excepción del subsector de la confección.
La crisis del textil, provocada por la caída del mercado y la antigüedad del parque de maquinaria, surgió antes que la del resto de la industria y provocó la puesta en marcha en la década de los setenta de diversos planes de reestructuración que se revelaron insuficientes. Frente a estos proyectos, el plan 1981-1986 de reconversión textil se planteó como objetivo principal adecuar las estructuras textiles a la demanda del futuro.
La Administración se comprometió a otorgar ayudas financieras -subvenciones, créditos oficiales, bonificaciones arancelarias, entre otras- por valor de 100.000 millones de pesetas, así como una amplia gama de ayudas fiscales. Los empresarios del sector acordaron realizar una serie de inversiones. La Generafitat entró a formar parte de la Comisión Ejecutiva del plan.
La importancia intangible
En el Libro Blanco de la Reindustrialización se apuntaban las siguientes conclusiones sobre la marcha del plan: "Ha contribuido al relanzamiento de la inversión, los ajustes de plantilla han sido menores de lo esperado, se ha hecho muy poco en materia de intangibles (diseño, rnoda,marca ... ), la concesión de ayudas no ha sido siempre muy rigurosa y en algunas partes del plan la Administración no ha exigido lo suficiente a las empresas".
El Gobierno socialista ha puesto en marcha el subplan de intangibles, que venía con cierto retraso. Si la aplicación de este subplan no se acelerase, las consecuencias para Cataluña tras la entrada de España en el Mercado Común serían fatales. El textil español no puede competir en materia de precios y deberá hacerlo en temas hasta ahora muy poco cuidados, como diseño, moda y marca.
Los empresarios del algodón y de la fibra sintética se quejan de que el alto coste de materias primas, debido al alto arancel impuesto a las importaciones, les repercute muy desfavorablemente, aunque son precisamente estos dos subsectores los que han conseguido últimamente un mayor y más positivo relanzamiento de su producción. Por el contrario, al igual que en el resto de Europa, ha disminuido la demanda de la lana y de las fibras celulósicas.