Manifestaciones en Río y Belem para exigir la elección directa del presidente brasileño

El Gobierno y la opinión pública brasileños siguen enfrentados. A medida que crece la campaña promovida por los partidos de la oposición pidiendo el restablecimiento de elecciones directas para la presidencia de la República, el régimen insiste en mantener las cosas como están, es decir, con la sucesión presidencial decidida por un restringido colegio electoral. Unas 50.000 personas se manifestaron en la noche del jueves en Río de Janeiro y otras 60.000 en Belem, gritando 'Elecciones directas inmediatas".Desde que en la tarde del lunes fueron convocados en Brasilia los precandidatos del partid...

El Gobierno y la opinión pública brasileños siguen enfrentados. A medida que crece la campaña promovida por los partidos de la oposición pidiendo el restablecimiento de elecciones directas para la presidencia de la República, el régimen insiste en mantener las cosas como están, es decir, con la sucesión presidencial decidida por un restringido colegio electoral. Unas 50.000 personas se manifestaron en la noche del jueves en Río de Janeiro y otras 60.000 en Belem, gritando 'Elecciones directas inmediatas".Desde que en la tarde del lunes fueron convocados en Brasilia los precandidatos del partido del Gobierno, comenzaron a correr los más diversos rumores, entre ellos la renuncia del presidente Joáo Baptista Figueiredo. Posteriormente, sin embargo, la Presidencia de la República divulgó una escueta nota señalando que el restablecimiento de la democracia en Brasil -el llamado proceso de apertura- estaba directamente vinculado a la elección del presidente brasileño por el voto del colegio electoral, y no por el voto de más de 50 millones de electores brasileños.

Dos días después se organizaron marchas populares en Río de Janeiro y Belem. La manifestación de Río no fue convocada por los líderes de la oposición, sino que fue una especie de marcha preparatoria para la gran concentración prevista para el próximo día 21 de marzo.

Estas manifestaciones han provocado gran preocupación dentro de la cúpula militar brasileña. Además, el vicepresidente, Aureliano Chaves, uno de los precandidatos, inició su campaña con una inesperada y vigorosa defensa de las elecciones directas. Chaves entra en liza en una elección por el método indirecto defendiendo el sistema de elección directo porque sabe que sus posibilidades reales de éxito son mínimas.