Cuatro estrenos españoles

El teatro del Círculo de Bellas Artes registró un lleno el pasado lunes, con ocasión del concierto de piano a cuatro manos ofrecido por el dúo Miguel Zanetti y Fernando Turina, para Los lunes de Radio Nacional. Lleno tanto más destacable en cuanto el programa estaba íntegramente dedicado a estrenos de autores españoles actuales: Montsalvatge, Valls, Oliver y José Luis Turina.Nueva versión, más que obra nueva, era la de los Tres divertimentos, de Xavier Montsalvatge, estrenados en 1941 y que en la transcripción para cuatro manos quedan enriquecidos sin perder un ápice de su po...

El teatro del Círculo de Bellas Artes registró un lleno el pasado lunes, con ocasión del concierto de piano a cuatro manos ofrecido por el dúo Miguel Zanetti y Fernando Turina, para Los lunes de Radio Nacional. Lleno tanto más destacable en cuanto el programa estaba íntegramente dedicado a estrenos de autores españoles actuales: Montsalvatge, Valls, Oliver y José Luis Turina.Nueva versión, más que obra nueva, era la de los Tres divertimentos, de Xavier Montsalvatge, estrenados en 1941 y que en la transcripción para cuatro manos quedan enriquecidos sin perder un ápice de su poder evocativo original. Con ese y otros de Montsalvatge, con un cierto espíritu al gusto de los ya desaparecidos seis de París y aun diría que con el sentimiento de las Cançons del carré, de Enrique Morera, creo que enlaza la Suit canalla y sentimental, del discípulo de Donostia y estimado musicógrafo Manuel Valls Gorina (Badalona, 1920). Tangos, valses y fox-trot procedentes de trabajos funcionales del compositor (cine y teatro) se suceden en un lenguaje de buscada simplicidad, gracia de línea y ambiente de tierna nostalgia que evita la ironía desgarrada. Los dos autores catalanes, presentes en la sala, recibieron muchas ovaciones.

Ya es larga la producción del aragonés Ángel Oliver (1937), uno de los españoles de Roma, que presentó aliora Apunte sobre una impresión, obra en la que lo estructural adquiere carácter protagonista. Música objetiva, como otras de Oliver, nos gana por su robustez y el medido ímpetu con que está tratada la materia sonora. José Luis Turina (Madrid, 1952) aprovecha la serie de 12 sonidos que aparece en la ópera Don Juan, de Mozart, para unas variaciones en las que vale tant o la buena artesanía como la delectación sonora, esa poética de timbres y ambientes presente en casi todas las partituras del músico madrileño. El Turina de hoy, como el de antaño, es un sensitivo.

El mayor elogio que puede hacerse del dúo Zanetti-Turina está en la somera descripción de su programa: actitudes así, por parte de los inte,Irpretes, necesita nuestra música. Quienes las adoptan han de ser, por fuerza, verdaderos músicos y actuar con tan buen criterio como nobleza de estilo.