Cartas al director

Discriminación estudiantil

En reciente convocatoria se hizo en las distintas facultades de Medicina de España la selección de alumnos para optar a los correspondientes estudios en dichas facultades. El 40% de los alumnos optantes a dichas plazas tienen acceso a las mismas en virtud de la aplicación del apartado 22 del artículo 4º del Real Decreto 3.451/ 81, que hubo necesidad de aplicar únicamente en las facultades de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y de Santiago de Compostela, por ser las únicas facultades de España en donde el número de solicitantes superaba al de plazas disponibles para dicha opción....

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En reciente convocatoria se hizo en las distintas facultades de Medicina de España la selección de alumnos para optar a los correspondientes estudios en dichas facultades. El 40% de los alumnos optantes a dichas plazas tienen acceso a las mismas en virtud de la aplicación del apartado 22 del artículo 4º del Real Decreto 3.451/ 81, que hubo necesidad de aplicar únicamente en las facultades de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y de Santiago de Compostela, por ser las únicas facultades de España en donde el número de solicitantes superaba al de plazas disponibles para dicha opción.Los criterios a que se refiere dicho real decreto fueron aplicados al pie de la letra en la Universidad de Madrid, pero no en la de Santiago; es decir, lo fueron de manera distinta en ambas universidades, con lo que nos encontramos con que los ciudadanos españoles no son juzgados ante la ley con los mismos criterios.

En reunión del Consejo de Rectores de Universidades se acordó el ingreso de los 113 estudiantes de Medicina de la Complutense que habían rebasado el cupo de los 500 anteriormente admitidos; sin embargo, no se admitieron los 33 que sobrepasaban el cupo de 300 asignados á la facultad de Medicina de Santiago de Compostela, y algunos de ellos, con más derecho, ya que no fueron admitidos en virtud de lo que creo una incorrecta aplicación del susodicho real decreto. ¿Es que el cambio no suponía acabar con estas arbitrariedades? ¿Dónde está la igualdad de derechos? ¿En qué lugar queda la Constitución?

Conocido el pasado limpio y democrático del Excmo. Sr. Maravall Herrero, me hace pensar que desconoce estos hechos, ya que en otro caso no lo hubiera consentido, por lo que este escrito tiene carácter de carta abierta al señor ministro de Educación y Ciencia. /

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