Compromiso para contener los costes de producción agraria en 1984

El Consejo de Ministros aprobó en su última reunión los precios de garantía de los productos agrarios sujetos a regulación de campaña, al tiempo que se comprometía a que los costes de los medios de producción (inputs) no suban durante 1984 por encima del 11%, en el caso de los energéticos (gasóleo, tarifas eléctricas y fertilizantes), y del 13%, en el de los piensos de alimentación animal. La Administración, a instancias del Ministerio de Agricultura, apuesta por una contención de la inflación de forma clara.La negativa de las organizaciones agrarias a discutir los posibles nuevos preci...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Consejo de Ministros aprobó en su última reunión los precios de garantía de los productos agrarios sujetos a regulación de campaña, al tiempo que se comprometía a que los costes de los medios de producción (inputs) no suban durante 1984 por encima del 11%, en el caso de los energéticos (gasóleo, tarifas eléctricas y fertilizantes), y del 13%, en el de los piensos de alimentación animal. La Administración, a instancias del Ministerio de Agricultura, apuesta por una contención de la inflación de forma clara.La negativa de las organizaciones agrarias a discutir los posibles nuevos precios de garantía -nivel mínimo al que se compromete la Administración a adquirir las producciones- hizo pensar por un momento en que el Gobierno no establecería niveles máximos de subidas de precios de los productos y servicios que tienen que adquirir los agricultores y ganaderos para llevar a cabo su función productiva. El Ministerio de Agricultura anunció, en el transcurso de las reuniones mantenidas con el FORPPA, que los costes de los inputs energéticos se elevarían en una banda comprendida entre el 11 %y el 14%; respecto a los costes de los medios de producción ganaderos, no se había pronunciado.

La reunión del Gabinete ministerial, no obstante, aprobó no sólo los nuevos precios y las subvenciones y ayudas complementarias, sino que también adquirió compromisos concretos en el terreno de los costes de los productos para agricultores y ganaderos. El Consejo de Ministros situó la elevación de precios energéticos en la parte baja de la banda, lo que significa una apuesta muy fuerte por parte de la Administración.

La subida del gasóleo para usos agrícolas quedó aplazada en la última elevación de precios de los productos; derivados del petróleo, precisamente para que no se sobrepasara la cláusula de salvaguardia vigente para 1983. El incremento de precios está pendiente y se espera que se lleve a cabo a principios de 1984. Los precios de los fertilizantes están desfasados, según los fabricantes, en un 30%, y ya se ha solicitado una nueva subida que compense este desfase y complemente los de 1984. Desde primeros de enero, el impuesto sobre el tráfico de empresas, que grava a las tarifas eléctricas, deberá pasar del 1% al 6%, y en principio no es descartable una subida general de tarifas a lo largo de 1984.

Limitar las peticiones

La distribución de cada uno de estos costes en los inputs energéticos da un porcentaje del 62% para los fertilizantes, 26% para el gasóleo y 12% para las tarifas eléctricas. La Administración tendrá que limitar mucho las peticiones de elevaciones de todos estos sectores para impedir que se supere la barrera del 11% aceptado.

Los costes de los piensos destinados a la alimentación animal no podrán superar el 13%, lo que parece dificil si se tiene en cuenta la evolución del tipo de cambio de la peseta frente al dólar y las consecuencias de la sequía que ha padecido Estados Unidos. La peseta se ha devaluado frente al dólar en torno a un 25% a lo largo de 1983, y los precios del maíz y de la soja se han disparado en los mercados internacionales al descender la cosecha. Las previsiones del Ministerio de Agricultura para estimar que los precios no crecerán por encima del 13% en 1984 se basan en que éstos seguirán subiendo hasta el mes de junio, aproximadamente, en torno al 7%, y que a partir de ahí se producirá un estancamiento. Las expectativas de una cosecha normal en Estados Unidos y en España llevan a considerar como posible este porcentaje de subida.

Archivado En