La marina de guerra israelí bombardea a los palestinos que se disponen a partir

ENVIADO ESPECIAL La marina de guerra israelí se despidió ayer, a su manera, de Yasir Arafat y sus 4.000 milicianos bombardeando por la tarde el puerto de Trípoli, horas antes de que atracasen en sus muelles los cinco buques griegos que, bajo pabellón de la ONU y con una escolta naval francesa, evacuarán en las próximas 24 horas a los fedayin sitiados desde hace 56 días a Yémen del Norte, Tunicia y Argelia.

Este quinto ataque israelí en nueve días estuvo dirigido contra dos cargueros oxidados anclados en el puerto, que no fueron alcanzados, pero en los que se suponía que los comb...

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ENVIADO ESPECIAL La marina de guerra israelí se despidió ayer, a su manera, de Yasir Arafat y sus 4.000 milicianos bombardeando por la tarde el puerto de Trípoli, horas antes de que atracasen en sus muelles los cinco buques griegos que, bajo pabellón de la ONU y con una escolta naval francesa, evacuarán en las próximas 24 horas a los fedayin sitiados desde hace 56 días a Yémen del Norte, Tunicia y Argelia.

Este quinto ataque israelí en nueve días estuvo dirigido contra dos cargueros oxidados anclados en el puerto, que no fueron alcanzados, pero en los que se suponía que los combatientes palestinos habían transportado algunas de las armas que no han sido autorizados a embarcar.

Aunque algunas baterías palestinas respondieron al fuego enemigo, la mayoría de los milicianos y el millar de familiares que les acompañan dedicaron la jornada del domingo a ultimar los preparativos de la retirada, almacenando en baúles metálicos la documentación oficial y reuniendo miles de maletas.

En una oficina del barrio de Zahrieh, la resistencia palestina saldaba también sus deudas con todos aquellos civiles que la habían ayudado en su centro hospitalario de la Media Luna o cocinando para la tropa, al tiempo que en otro despacho adyacente un ex combatiente, vestido ya de paisano, distribuía a los niños y periodistas colgantes de plástico con un mapa de Palestina y un retrato de Arafat.

A lo largo del frente que separa a los partidarios y adversarios de Arafat empezaron ayer a desplegarse 450 gendarmes libaneses, pequeña fuerza simbólica que deberá evitar un último e improbable ataque de los palestinos rebeldes que, gracias al apoyo militar sirio, han conseguido en tres meses expulsar a Arafat de su último reducto en territorio libanés.

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