Crítica:

La popularidad de los barrocos italianos

Sofistas de Zagreb.

Director: Tonko Ninic. Obras de Arcangelo Corelli y Antonio Vivaldi.



Teatro Real.
Madrid, 5 de diciembre de 1983.



La música barroca mantiene su popularidad entre los grandes públicos y de modo particular entre los jóvenes. La actuación de los Solistas de Zagreb con un programa Corelli-Vivaldi convocó un número de oyentes superior al taquillaje del Real. Se estableció así un ambiente verdaderamente juvenil, con muchos universitarios sentados en la escalera o en las gradas del escenario.Los Solistas de Zagreb alcanzaro...

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Sofistas de Zagreb.

Director: Tonko Ninic. Obras de Arcangelo Corelli y Antonio Vivaldi.

Teatro Real. Madrid, 5 de diciembre de 1983.

La música barroca mantiene su popularidad entre los grandes públicos y de modo particular entre los jóvenes. La actuación de los Solistas de Zagreb con un programa Corelli-Vivaldi convocó un número de oyentes superior al taquillaje del Real. Se estableció así un ambiente verdaderamente juvenil, con muchos universitarios sentados en la escalera o en las gradas del escenario.Los Solistas de Zagreb alcanzaron pronta fama después de su fundación por Antonio Janigro, violoncellista milanés, quien los dirigió hasta 1968. A partir de entonces, la docena de iristrumentistas de arco actúa bajo las indicaciones del concertino: Dragutin Hrdiok, primero, y Tonko Ninic, desde hace nueve años.

Como sucede con estos grupos de cámara u orquesta de bolsillo, los resultados de su trabajo, por distintas circunstancias, no son siempre los mismos; los músicos yugoslavos, tras algún período de menor brillantez, han recuperado la cohesión y la calidad sonora aterciopelada y expresiva que les dio perfil y fama. Bien lo demostraron en conciertos de Arcangelo Corelli y Antonio Vivaldi, a más de la Zarabanda, Giga y Badinerie del boloñés y la Sinfonía en do del veneciano. Corelli y Vivaldi constituyen piedras básicas en la historia de las formas instrumentales y, de modo especial, en la del concerto, tanto en su estructura con solista cuanto en el denominado grosso. Suponen, además, ambos autores la expresión esplendorosa de dos sentimientos que determinarían el carácter de dos escuelas italianas: la romana, dorada y glorificante, y la veneciana, melancólica y popular. Hacia la primera volaría la ilusión de Haendel; hacia la segunda, la de Bach, que transcribió no pocas páginas de Vivaldi.

Del gran éxito obtenido por los Solistas fueron singulares artífices los violinistas Tonki Ninic, Ivan Martinec, VIadimir Sverak y Joze Haluza. El Departamento de Música de la Universidad Complutense, que dirige José Peris, se ha apuntado nuevos y eficacísimos tantos porque redundan en beneficio de la gran audiencia juvenil.

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