Cinco argentinos se acusan de múltiples asesinatos para evitar que Suiza les extradite
Cinco argentios comparecieron ayer ante el tribunal supremo del cantón de Zurich, acusados de extorsión y de haber utilizado el chantaje con motivo del secuestro del banquero uruguayo Carlos David KoIdobsky, hace tres años. En febrero de 1981, Rubén Bufano Luis Martínez, Leandro Sánchez Reisse y las esposas de los dos últimos fueron detenidos entre Ginebra y Lausana por la policía helvética cuando intentaban cobrar millón y medio de dólares, precio fijado por el rescate. En marzo de 1982, el tribunal federal suizo rechazaba la extradición presentada por Argentina, mientras que los principales ...
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Cinco argentios comparecieron ayer ante el tribunal supremo del cantón de Zurich, acusados de extorsión y de haber utilizado el chantaje con motivo del secuestro del banquero uruguayo Carlos David KoIdobsky, hace tres años. En febrero de 1981, Rubén Bufano Luis Martínez, Leandro Sánchez Reisse y las esposas de los dos últimos fueron detenidos entre Ginebra y Lausana por la policía helvética cuando intentaban cobrar millón y medio de dólares, precio fijado por el rescate. En marzo de 1982, el tribunal federal suizo rechazaba la extradición presentada por Argentina, mientras que los principales acusados, Bufano, agente especial de los servicios argentinos de seguridad, y Martínez, miembro de la policía federal, se declaraban autores de numerosos actos represivos. Su testimonio, sincero para unos y fingido para otros, les ha evitado, en todo caso, la extradición.Luis Martínez, de 44 años, al comparecer ayer ante el juez reconoció haber participado directa o indirectamente en la muerte de unas 180 personas, según revela la Agencia Telegráfica Suiza (ATS). También declaró haber trabajado en la búsqueda y captura de elementos subversivos. Su cometido era la denuncia de personas que posteriormente eran torturadas o asesinadas "de múltiples maneras".
Martínez confirmó que uno de los métodos practicados por la dictadura militar, en los que él participó en tres ocasiones, consistía en lanzar a los detenidos al mar desde aviones. En cada vuelo solían ir cerca de 60 personas, a las que previamente se les administraban calmantes.
La justicia suiza no podrá, sin embargo, juzgar más delitos que los relacionados directamente con el secuestro del banquero KoIdobsky.