Se harán rentables 10 millones de hectáreas desaprovechadas, según Carlos Romero

Unos 10 millones de hectáreas desaprovechadas en todo el país se harán rentables, según afirmó ayer el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carlos Romero, en la apertura del IV Congreso de la Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) de la Unión General de Trabajadores, informa Efe.Romero explicó que la filosofía general del programa agrícola del Gobierno -"que se cumplirá sin desviaciones"- consiste en mejorar las rentas y las condiciones sociales de los trabajadores. Afirmó que había presupuestados 6.500 millones de pesetas para subvencionar pólizas de seguros agrarios y que se...

Unos 10 millones de hectáreas desaprovechadas en todo el país se harán rentables, según afirmó ayer el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carlos Romero, en la apertura del IV Congreso de la Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) de la Unión General de Trabajadores, informa Efe.Romero explicó que la filosofía general del programa agrícola del Gobierno -"que se cumplirá sin desviaciones"- consiste en mejorar las rentas y las condiciones sociales de los trabajadores. Afirmó que había presupuestados 6.500 millones de pesetas para subvencionar pólizas de seguros agrarios y que se incentivará el cooperativismo, "único camino para suprimir las ayudas paternalistas que tienen hipotecado al ministerio en 10.500 millones de pesetas hasta 1986". Según el ministro, ya hay una línea presupuestaria de ayuda al cooperativismo y a la formación de cuadros y profesionales del campo. También señaló que su departamento trata de potenciar las organizaciones agrarias como única forma de "suprimir los restos del verticalismo que quedan en las organizaciones de trabajadores agrarios".

En cuanto a la reforma agraria, Romero aseguró que se cumpliría sin prisas pero sin pausa" y que afectará a todo el país y no solamente a las zonas más deprimidas, como Andalucía o Extremadura".

El secretario general de la FTT, Andrés Picazo, aseguró que ésta era la primera vez que un Gobierno apoyaba decididamente a los sindicatos, y atacó a la derecha española.