El futuro de la cabecera de Altos Hornos del Mediterráneo

La Generalitat valenciana actúa como elemento mediador en el conflicto laboral

"No estamos de acuerdo con el cierre inmediato de la cabecera de Altos Hornos del Mediterráneo, ni que se produzca en estas condiciones", afirmó ayer Joan Lerma, presidente de la Generalitat valenciana ante el Pleno de las Cortes en un debate sobre la factoría saguntina motivado por las preguntas orales de un diputado de Coalición Popular, formuladas al conseller de Industria Comercio y Turismo, Segundo Bru. Lerma resumió con la frase "ganar tiempo" la postura del Gobierno valenciano ante el conflicto de AHM, para procurar que el cierre progresivo de instalaciones de cabecera, previsto ...

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"No estamos de acuerdo con el cierre inmediato de la cabecera de Altos Hornos del Mediterráneo, ni que se produzca en estas condiciones", afirmó ayer Joan Lerma, presidente de la Generalitat valenciana ante el Pleno de las Cortes en un debate sobre la factoría saguntina motivado por las preguntas orales de un diputado de Coalición Popular, formuladas al conseller de Industria Comercio y Turismo, Segundo Bru. Lerma resumió con la frase "ganar tiempo" la postura del Gobierno valenciano ante el conflicto de AHM, para procurar que el cierre progresivo de instalaciones de cabecera, previsto por el INI, se produzca paralelamente en el tiempo a la determinación de nuevas inversiones económicas en la comarca saguntina y creación de puestos de trabajos sustitutivos.Por esta razón, la Generalitat se ha convertido en institución mediadora entre el comité de empresa y sindicatos, de un lado, y Administración central, del otro, para tratar de prolongar el calendario con que el INI quiere llevar adelante el cierre de las instalaciones de cabecera, y para agilizar los resultados de la comisión de promoción económica de la comarca saguntina, que se reúne el lunes en Valencia, cuya función es determinar la creación de nuevos puestos de trabajo. Lerma confirmó que la oferta de la Generalitat a los trabajadores había sido "evitar despidos y el cierre de la cabecera", así como "las consecuencias sociales y situaciones imprevisibles" surgidas al calor de la tensión del momento.

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El diputado regional de Coalición Popular, Juan Marco, había planteado al conseller Bru dos preguntas sobre los criterios del Gobierno para aprobar el decreto de reconversión y sobre la intervención de la Generalitat en los intereses saguntinos. A la primera Bru, en realidad, no respondió por considerar que. el decreto era competencia del Gobierno de la nación, y en cuanto a la segunda pregunta, argumentó con la enumeración de las gestiones realizadas ante el presidente del Gobierno, Felipe González, y el ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga. Reconoció que un acuerdo en la comisión de seguimiento previo al decreto, del 6 de julio "hubiera sido la solución más racional".

Juan Marco dijo que la no presencia de los saguntinos en la calle mientras se celebraba el Pleno de la Cámara era un síntoma de la desconfianza que les merecía la Generalitat. Ciertamente, la sesión transcurrió sin presión popular en la calle porque la concentración ante el Palau de la Generalitat, que estaba acordonado por las fuerzas del órden público, se produjo al final de la tarde. Antonio Montalbán, secretario general de Comisiones, Obreras del País Valenciano se dirigió a los congregados para reclamar la reunión de la comisión de seguimiento y denunciar los despidos.

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