Latinoamérica vivirá un proceso permanente de renegociación de su deuda externa

Los países de Latinoamérica vivirán en los próximos tiempos un permanente proceso de renegociación de sus deudas externas. Esta es una de las conclusiones a las que se llegó ayer en la primera jornada del seminario sobre Iberoamérica, crisis financiera internacional y perspectivas de la economía mundial, que se inició ayer en el palacio de La Granda en Avilés (Asturias).

Este seminario, que reúne a economistas españoles y latinoamericanos, tiene lugar una semana antes de que comience la cumbre de países latinoamericanos en el Caribe, que se celebra en Caracas a partir del pró...

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Los países de Latinoamérica vivirán en los próximos tiempos un permanente proceso de renegociación de sus deudas externas. Esta es una de las conclusiones a las que se llegó ayer en la primera jornada del seminario sobre Iberoamérica, crisis financiera internacional y perspectivas de la economía mundial, que se inició ayer en el palacio de La Granda en Avilés (Asturias).

Este seminario, que reúne a economistas españoles y latinoamericanos, tiene lugar una semana antes de que comience la cumbre de países latinoamericanos en el Caribe, que se celebra en Caracas a partir del próximo día 5, con el fin de preparar una posición conjunta ante la sesión anual del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI). El tema dominante en ambos foros será la elevada deuda externa de la región, que sobrepasa los 300.000 millones de dólares.El seminario, dirigido por el. catedrático, Luis Ángel Rojo, está organizado por la Escuela Asturiana de Estudios Hispánicos, el Instituto de Cooperación Iberoamericana y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. En su primera sesión, dedicada a América Latina en la crisis financiera internacional, intervinieron Manuel Guitián, representante del FMI, y Robert Devlin, de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).

En esta primera sesión parecía estar claro para casi todos los economistas participantes (más de 30) que "tras el proceso de renegociación de la deuda externa que vivimos va a haber otro proceso de renegociación, luego otro... Permanentemente va a haber procesos de renegociación, lo que llevará a un 'síndrome de financiación' en los países deudores que hará olvidar el resto de los problemas económicos", en palabras del chileno Ricardo Frech Davis (director de la Corporación de Investigaciones Económicas para Latinoamérica).

Renegociar globalmente

Manuel Guitián, en su ponecia titulada Crisis financiera internacional o la revuelta contra la interdependencia económica, explicó que "durante el pasado año algunos de los países deudores comenzaron a experimentar, y todavía continúan experimentando, problemas serios de liquidez y de pagos, lo cual indujo a los bancos a reducir, incluso a interrumpir, sus préstamos internacionales". Para Guitián, el primer problema serio fue México, que planteó en general el caso del endeudamiento mundial.La opinión de Guitián, que afirmó hablar a título personal y no necesariamente como representante del FMI, es que no se puede analizar en general la deuda global de los países en desarrollo. Hay que estudiar caso por caso. "No se pueden sumar peras con manzanas. Los planes globales para aliviar la deuda externa no sirven", afirmó. "Ya existen numerosos planes para resolver lo que algunos analistas y observadores consideran un problema global de endeudamiento".

"De partida tengo que decir", reiteró, "que no creo que el endeudamiento externo de los países en vías de desarrollo (o de los desarrollados) constituya un problema global, por varias razones: la más simple de ellas es que la deuda de un país no es igual a la deuda de otro; dicho de otra forma, aunque es cierto que los datos agregados de deudas son útiles desde ciertos puntos de vista, también lo es que ocultan el hecho de que las deudas de países diferentes son diferentes".

Guitián prosiguió analizando la experiencia del FMI en el último año, afirmando que la distinción de lo que es un problema específico de un país y lo que ocurre en el sistema general está diluyendo un poco. El FMI no puede financiar todos los desequilibrios; el país en cuestión tiene que adoptar un esfuerzo serio de ajustes, que normalmente no es suficiente para llegar al equilibrio general.

El resto del esfuerzo es el que tiene que hacer la comunidad financiera internacional. Es decir, primero se ha de hacer el ajuste y sólo después conceder la ayuda, para que esta última no desestimule el ajuste inicial. "El FMI", terminó Guitián, "ha pasado de ser un catalizador pasivo a un catalizador activo".

Robert Devlin, de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL, habló de la Deuda, crisis y renegociación: el dilema latinoamericano.

Críticas al FMI

Para Robert Devlin, las renegociaciones de la deuda de los países latinoamericanos han tenido un proceso desordenado y lento, tanto para los bancos como para las autoridades económicas de los países prestatarios. Por otra parte, su coste ha sido muy elevado. Los bancos negociaron primero con México, que aceptó unas condiciones absolutamente desfavorables, creando, de esta manera, un precedente peligroso.Devlin hizo alguna crítica al papel del FMI en esta crisis. "El FMI", dijo, "ha hecho un esfuerzo valiente para estabilizar la situación en la renegociación de las deudas.

Dos estrategias

Para ello ha utilizado dos estrategias: asegurar el ajuste económico en cada país con problemas, y en segundo lugar, asegurar al deudor financiación para hacer dicho ajuste. Su opinión es que el Fondo ha hecho bien la primera parte en esta estrategia, pero dudo que haya hecho igual de bien la segunda parte".Estas deficiencias en el funcionamiento del FMI son debidas a que las divisas de que dispone la institución siguen siendo insuficientes frente al déficit por cuenta corriente de los países en desarrollo. Por otra parte, también parecen insuficientes los recursos que logra obtener del sistema bancario para compensar su escasez de fondos propios.

En el coloquio siguiente a las dos exposiciones, diversos economistas (entre ellos el secretario general del FMI, Leo van Houtven) matizaron la intervención de Devlin explicando que las condiciones impuestas por el FMI eran las únicas posibles.

Robert DevIin se mostró de acuerdo con Manuel Guitián en que no se podía generalizar la deuda externa de los países en vías de desarrollo y había que estudiar caso por caso.

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