Crítica:CANCIÓN

La noche triunfal de Julio Iglesias en Valencia

Un público muy cálido, integrado especialmente por mujeres de mediana edad y jóvenes quinceañeras, aplaudió a rabiar y dio gritos y suspiros de satisfacción durante la actuación de Julio Iglesias, que se produjo sobre el monumental escenario levantado en el césped del estadio Luis Casanova, de Valencia. El concierto del miércoles noche, que había sido retrasado 24 horas por una tormenta de agua, reunió más de 35.000 personas, según la organización. El éxito de taquilla registrado en Valencia, donde se agotaron las localidades más caras, da confianza a los promotores de la gira en el...

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Un público muy cálido, integrado especialmente por mujeres de mediana edad y jóvenes quinceañeras, aplaudió a rabiar y dio gritos y suspiros de satisfacción durante la actuación de Julio Iglesias, que se produjo sobre el monumental escenario levantado en el césped del estadio Luis Casanova, de Valencia. El concierto del miércoles noche, que había sido retrasado 24 horas por una tormenta de agua, reunió más de 35.000 personas, según la organización. El éxito de taquilla registrado en Valencia, donde se agotaron las localidades más caras, da confianza a los promotores de la gira en el lleno que puede alcanzar el último recital en Madrid.

Plantones

La expectación levantada por la presencia del cantante en Valencia, que buscó alojarse en un hostal de lujo situado a 18 kilómetros de la ciudad, para sortear a los seguidores, estuvo ilustrada por escerías de plantones, carreras y escaramuzas protagonizadas por centenares de adictas, desde que la mañana del martes tocó tierra firme en el aeropuerto de Manises.El aplazamiento del recital de Valencia ha supuesto que se retrasen también en un día las actuaciones de La Coruña y Santander. Según el nuevo calendario, en la ciudad gallega Julio Iglesias actuará el domingo 28, mientras en Santander el concierto queda fijado para el miércoles día 31. Las actuaciones de Barcelona y Madrid se mantienen con las mismas fechas determinadas, al comienzo de la gira.

La tramoya metálica y de equipos técnicos requiere 12 horas para ser desmontada y el triple de tiempo para su nueva colocación. Unido todo ello al transporte, aconsejó a los organizadores cambiar las fechas.

La estrella de la velada apareció ante el público prometiendo que .esta noche va a ser mágica", tal vez influido por la luna llena que lucía en lo alto y su nostalgia de los veranos pasados cuando era joven en la playa castellonense de Peñíscola. Saludó a una nueva generación de españoles, que describió como más altos, más guapos y mejor alimentados que los jóvenes de su generación. "Da gusto de verdad esta nueva generación", dijo.

El sortilegio de la noche zozobró cuando Julio inició una selección evocativa de los maestros de la chançon francesa. El simple nombre de Francia levantó airados pitidos procedentes del sector de público sensibilizado por las reiteradas agresiones de agricultores franceses contra transportistas valencianos en el sur de Francia. El cantante condujo la reacción hacia su terreno neutral, en el que "los pueblos deben ser solidarios al margen de los Gobiernos".

La aparición de la enseña nacional, roja y gualda, con su Canto a Galicia, fue recibida con aplausos. Julio Iglesias no ha dudado en afirmar en Valencia a los periodistas que los españoles han de unirse bajo una sola bandera, y ésta es la "roja y gualda de toda la vida". "Yo no quiero politizar estas actuaciones", dice, "pero me duele que haya españoles que discutan por la bandera". La fallera mayor de Valencia, Begoña de la Concepción, le entregó al final del recital un ramo de claveles que reproducían los colores de la enseña española.

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