Carta abierta al ministro Solchaga

Leo en EL PAÍS del día 4 de agosto: "El presidente de la compañía (Iberia), Carlos Espinosa de los Monteros, tiene instrucciones precisas, de parte del ministro de Industria, para reducir en un 20% los gastos generales y en un 10% los salariales".Ni me lo puedo creer ni me lo quiero creer. En mi modesta opinión, el ministro Solchaga es lo suficientemente inteligente, competente y avispado como para no soltar estas salidas de pata de banco.

Admiro el valor que usted está teniendo para arreglar el sector que le compete, creo firmemente en la necesidad perentoria de sanear la empres...

Leo en EL PAÍS del día 4 de agosto: "El presidente de la compañía (Iberia), Carlos Espinosa de los Monteros, tiene instrucciones precisas, de parte del ministro de Industria, para reducir en un 20% los gastos generales y en un 10% los salariales".Ni me lo puedo creer ni me lo quiero creer. En mi modesta opinión, el ministro Solchaga es lo suficientemente inteligente, competente y avispado como para no soltar estas salidas de pata de banco.

Admiro el valor que usted está teniendo para arreglar el sector que le compete, creo firmemente en la necesidad perentoria de sanear la empresa pública en general y, por tanto, Iberia en particular, pero ¿cree usted de verdad qué los trabajadores somos los culpables de los grandes problemas que afectan a Iberia? ¿Es que los trabajadores somos los que tomamos las decisiones que para bien o para mal afectan a la compañía? Si es así, me he equivocado cuando le defiendo, cuando le alabo y cuando me felicité por su elección. Nómbrese una auditoría, búsquense responsables y cámbieselos por gente preparada y competente; que las- centrales UGT y CC OO pongan las denuncias sobre la mesa y que la dirección ponga las suyas, y usted, a escuchar: verá que los trabajadores no somos culpables.

Para terminar, le diré que he votado socialismo y cambio, que pertenezco a UGT y llevo 21 años en Iberia. Y un ruego, compañero Solchaga: que no sigamos siendo siempre los más modestos los que paguemos los errores de los demás; que se vea que hemos cambiado y que pague el responsable. Diez millones de votantes queremos el cambio. /