Viktoria Mullova,

la violinista soviética que desertó de su país esta semana, ha llegado a Suecia procedente de Finlandia, donde realizaba una gira artística. A su llegada a Estocolmo ha declarado que no fueron motivos políticos los que la impulsaron a tomar tal decisión, sino artísticos. Según la violinista, en su país no se le prestaba la atención suficiente como para estar siempre presente en la atención del público, ni por el número de conciertos, ni por los viajes al exterior. "Una vez que un músico se consagra", dice, "las autoridades respectivas lo relegan para dedicarse a hacer surgir una nueva figura y...

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la violinista soviética que desertó de su país esta semana, ha llegado a Suecia procedente de Finlandia, donde realizaba una gira artística. A su llegada a Estocolmo ha declarado que no fueron motivos políticos los que la impulsaron a tomar tal decisión, sino artísticos. Según la violinista, en su país no se le prestaba la atención suficiente como para estar siempre presente en la atención del público, ni por el número de conciertos, ni por los viajes al exterior. "Una vez que un músico se consagra", dice, "las autoridades respectivas lo relegan para dedicarse a hacer surgir una nueva figura y yo no quiero ser olvidada por el público". Por ejemplo, según Viktoria, cuando ésta obtuvo el premio Tchaikowsky se le prometió que grabaría un disco, cosa que nunca se cumplió porque "los estudios estaban siempre ocupados".

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