Cartas al director

La opinión de un suboficial

He leído en el diario EL PAIS la transcripción, al menos en parte, de la carta que el excelentísimo señor don Fernando de Santiago y Díaz de Mendívil dirige, o, mejor dicho, ha dirigido, a un medio periodístico español de cuyo nombre y actuaciones no quiero acordarme.Me permitirá respetuosamente, mi general, decirle que no me aclaro. Verá: yo, como suboficial, siempre he jurado por Dios, pues sólo los oficiales juran por su honor. Esto VE lo sabe muy bien. Bueno, pues durante el juicio de Campamento yo veía jurar por su honor a generales, jefes, oficiales, etcétera, de los implicados en el boc...

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He leído en el diario EL PAIS la transcripción, al menos en parte, de la carta que el excelentísimo señor don Fernando de Santiago y Díaz de Mendívil dirige, o, mejor dicho, ha dirigido, a un medio periodístico español de cuyo nombre y actuaciones no quiero acordarme.Me permitirá respetuosamente, mi general, decirle que no me aclaro. Verá: yo, como suboficial, siempre he jurado por Dios, pues sólo los oficiales juran por su honor. Esto VE lo sabe muy bien. Bueno, pues durante el juicio de Campamento yo veía jurar por su honor a generales, jefes, oficiales, etcétera, de los implicados en el bochornoso acto de la toma del Parlamento, y Me decía: si eso es el honor, mejor ha sido no llegar a oficial para saberlo. Yo callaba y callaba, pues el asunto estaba sub judice, ¿se dice así?

Bueno, al final, y hace poco, el Tribunal Supremo de nuestra nación me aclaró las dudas al juzgar en casación a nuestros compañenos, que se equivocaron, creo yo, desde mí modesta opinión, digo, se equivocaron de pueblo. Pues bien: ahora viene VE con esta nueva carta y me quedo asombrado, pues dice VE que los implicados en el 23-F eran hombres de honor.

Por favor, mi general, me voy a volver loco, si lo que hicieron estos compañeros o ex compañeros es honor, prefiero no haber conocido tal virtud oficial, pues la honradez sí que la conozco desde que me la enseñó mi padre y aún la practico.

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Por otro lado, mi general, quiero respetuosamente decirle que VE sabe muy bien qué hubiera pasado en tiempos pretéritos, vamos, hace sólo 10 años, si me da, no ya por dirigirme al diario El Socialista, entonces publicado en la clandestinidad, sino aunque sólo hubiera sido por llevar tal diario en el bolsillo, muy bien sabe VE que me hubieran dado pacem sub terris mediante procedimiento sumarísimo.

Mi general, respetuosamente le diré que nuestro pueblo sí que quiere al Ejército, ya lo creo que sí, pero siempre en la misma medida en que lo queramos a él. Ambos, pueblo y Ejército, somos España, lo más querido por todos. Ruego encarecidamente a VE sepa disculpar mi carta, carta de este humilde suboficial que no se aclara. Queda a su disposición y a sus gratas órdenes, si son constitucionales. /

Subteniente del Arma de Ingenieros del Ejército de Tierra en situación de excedencia voluntaria.

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