Concluye la reunión de primavera del Consejo Atlántico

De París a los cerros de Úbeda

El público español debe ya estar cansado de frases enrevesadas, complicadas y de mil y ningún sentido sobre la postura española en la OTAN. ¿A qué lleva esta lucubración mental y esta palabrería? A nada, sino aganar tiempo. Pero convenzámonos: España es aún un peso ligero en la Alianza. No importa tanto.

El Gobierno parece jugar con el oscurantismo en unbs tiempos que claman a gritos claridad. ¿Cuánto tiempo más se necesita para acabar el famoso estudio sobre la contribución española a la defensa occidental? ¿Dónde están las explicaciones, verdaderas, sobre la comprensión española a...

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El público español debe ya estar cansado de frases enrevesadas, complicadas y de mil y ningún sentido sobre la postura española en la OTAN. ¿A qué lleva esta lucubración mental y esta palabrería? A nada, sino aganar tiempo. Pero convenzámonos: España es aún un peso ligero en la Alianza. No importa tanto.

El Gobierno parece jugar con el oscurantismo en unbs tiempos que claman a gritos claridad. ¿Cuánto tiempo más se necesita para acabar el famoso estudio sobre la contribución española a la defensa occidental? ¿Dónde están las explicaciones, verdaderas, sobre la comprensión española a la doble decisión sobre los euromisiles?

El público español tiene derecho a ser mejor informado. El Gobierno español tiene la obligación de proporcionar dicha información. De otro modo, el debate sobre el tema se vería escamoteado, del mismo modo en que se escamoteó el debate sobre el ingreso en la OTAN.

Más información

Si de ganar tiempo se trata -para ver si entre tanto ingresamos en la CEE u ocurre algún otro milagro-, es mejor que el Gobierno haga lo que decidió hacer en diciembre: ya que no sabe o no puede comentar con más concreción, que no diga nada. Conviene recordar la última frase del Tractactus logicus-philosophicus, de Witgenstein: de lo que no se puede hablar, más vale callarse. Pero sí se puede informar. Amén de aburrir, se nos está obligando a analizar las declaraciones oficiales con los métodos del cálculo diferencial que caracterizan los escritos de Pravda.

Y convenzámonos: los pasos milimétricos españoles interesan poco. Lo que diga España no cuenta tanto. Más seriedad y más respeto.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
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