Los tripulantes y los armadores del buque pueden repartirse unos 770 millones

La naviera García Miñaur, propietaria del carguero español en el que se posó un Harrier británico, espera conseguir por el salvamento del avión importantes beneficios económicos, que podrían llegar, como ya ha ocurrido en otros casos de salvamento en alta mar, al 50% del valor del cazabombardero, según estimaciones realizadas por un alto cargo de la naviera. De acuerdo con estas previsiones, el pago a los tripulantes del barco y a la firma propietaria puede ascender a unos 770 millones de pesetas, ya que el precio del Harrier, según publicó el miércoles el periódico inglés ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La naviera García Miñaur, propietaria del carguero español en el que se posó un Harrier británico, espera conseguir por el salvamento del avión importantes beneficios económicos, que podrían llegar, como ya ha ocurrido en otros casos de salvamento en alta mar, al 50% del valor del cazabombardero, según estimaciones realizadas por un alto cargo de la naviera. De acuerdo con estas previsiones, el pago a los tripulantes del barco y a la firma propietaria puede ascender a unos 770 millones de pesetas, ya que el precio del Harrier, según publicó el miércoles el periódico inglés The Times, asciende a 7 millones de libras. No obstante, es posible que el complejo problema legal que se deriva del suceso no se resuelva hasta pasados varios meses.La cantidad que corresponda en concepto de premio debe ser repartida, según la legislación española vigente, entre los tripulantes del barco -a quienes les serían entregados los dos tercios del premio- y la firma propietaria del buque. La cantidad concreta a repartir, en cualquier caso, debe ser pactada entre las partes y de no haber acuerdo, será la autoridad judicial la que fije la cantidad.

Más información

La ley española aplicable en este caso debe ser, según fuentes de la dirección general de la Marina Mercante, la ley reguladora de los Auxilios, Salvamentos, Remolques, Hallazgos y Extracciones Marítimas, que prevé un premio, compensación o indemnización para quienes realicen el auxilio o salvamento de otros bienes. Según estas fuentes, en el caso del Harrier auxiliado correspondería al Tribunal Marítimo Central, dependiente del Ministerio de Defensa, la resolución legal del problema.

Con el fin de poner en marcha los mecanismos jurídicos pertinentes, el capitán del buque español debe comunicar a la Comandancia de Marina de Tenerife los pormenores del suceso. A su vez, la Comandancia entregará el correspondiente informe al juez instructor de Salvamento de Las Palmas (dependiente del Tribunal Marítimo Central).

Al margen del premio que tenga que pagar la Royal Navy, las fuentes de la naviera García Miñaur han dicho que sus técnicos tendrán que evaluar los posibles desperfectos causados por el impacto del avión británico sobre el buque. Asimismo, el cazabombardero originó desperfectos en el techo de una furgoneta que era transportada en el carguero. Por último, las fuentes de la naviera estiman que posiblemente haya que evaluar también los riesgos que corrió la tripulación y el propio barco, debido a que un misil de prácticas, situado bajo una de las alas del avión, se desprendió del aparato y cayó sobre la cubierta del buque. La bomba fue amarrada en la propia cubierta y trasladada a Tenerife.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En