Unos 110 bancos acreedores apoyan el plan de reestructuración de ERT

Unos 110 bancos de las 120 entidades de crédito acreedoras de Unión Explosivos Río Tinto (ERT) han notificado al comité de seguimiento de la deuda su apoyo al último plan de reestructuración presentado por los nuevos administradores de la compañía. Aunque todas las contestaciones recibidas hasta ahora son de apoyo, aún quedan poco más de una docena de entidades por expresar su posición en los próximos días, según fuentes bancarias.Asimismo, en estos mismos medios, se da por próxima la firma del acuerdo entre ERT y los representantes de sus trabajadores de las nuevas condiciones laborales en la...

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Unos 110 bancos de las 120 entidades de crédito acreedoras de Unión Explosivos Río Tinto (ERT) han notificado al comité de seguimiento de la deuda su apoyo al último plan de reestructuración presentado por los nuevos administradores de la compañía. Aunque todas las contestaciones recibidas hasta ahora son de apoyo, aún quedan poco más de una docena de entidades por expresar su posición en los próximos días, según fuentes bancarias.Asimismo, en estos mismos medios, se da por próxima la firma del acuerdo entre ERT y los representantes de sus trabajadores de las nuevas condiciones laborales en la empresa, ya que los responsables ejecutivos de la compañía habían llegado a un acuerdo con los representantes de CC OO y sólo tenían pendiente algún punto de acuerdo con UGT y ELA-STV.

Los banqueros han otorgado un mandato negociador al presidente de ERT, José María Escondrillas, para que obtenga del Gobierno las ayudas expresadas en el plan de reestructuración. Varias de estas, ayudas son consideradas fundamentales para que el acuerdo llegue a buen término. Posiblemente el caso más significativo sea el aseguramiento del riesgo de cambio de la deuda bancaria total de ERT, que supera los 125.000 millones de pesetas, por parte de la Administración. La propuesta que en su día aprobaron los acreedores financieros y los representantes de la empresa, representa fijar como cambio de referencia de las divisas extranjeras, en que se descompone la deuda bancaria de ERT, al precio oficial de la peseta fijado el pasado 31 de marzo. Según estos mismos acuerdos, el Gobierno deberá asumir el coste adicional que puedan representar posibles depreciaciones de la peseta a lo largo de los próximos cinco años, que es el período de vigencia de este plan de reestructuración.

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