Un debate con razones

( ... ) El debate que sobre las enmiendas a la totalidad se celebró anteayer en el Congreso de los Diputados permitió exponer de nuevo los principales argumentos en contra de la despenalización del aborto. E insistir en que la despenalización limitada abre el portillo para un uso amplio de la eufemísticamente llamada "interrupción voluntaria del embarazo", abusivo en el estricto sentido legal en que la despenalización se aprueba, pero inevitable. ( ... )La exposición de los argumentos, en un tono razonable y moderado, fue característica. del debate y muestra que también entre nosotros cabe arg...

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( ... ) El debate que sobre las enmiendas a la totalidad se celebró anteayer en el Congreso de los Diputados permitió exponer de nuevo los principales argumentos en contra de la despenalización del aborto. E insistir en que la despenalización limitada abre el portillo para un uso amplio de la eufemísticamente llamada "interrupción voluntaria del embarazo", abusivo en el estricto sentido legal en que la despenalización se aprueba, pero inevitable. ( ... )La exposición de los argumentos, en un tono razonable y moderado, fue característica. del debate y muestra que también entre nosotros cabe argumentar con seriedad. y sin perder los estribos, aun en las más graves cuestiones, como las que afectan a la vida. El Gobierno se propuso contribuir a la contención de los términos dejando en boca del señor Sáenz Cosculluela, portavoz parlamentario del partido socialista, la defensa del proyecto. ( ... )

Resulta, pues, en definitiva, que, a medida que pasa el tiempo, el temido despliegue de actitudes demagógicas y exageradas, sea cual sea la postura del opinante, no se ha producido, al menos en los términos que habrían podido agriar la convivencia y hasta ponerla en peligro. ( ... )

En efecto, el aborto o interrupción voluntaria del embarazo es una cuestión delicada, que afecta a la vida. Es una cuestión de conciencia. Por tanto, no es en último término la ley la que decide. Ninguna ley puede obligar a actuar contra la conciencia en una cuestión tan fundamental. Ni la ley misma que se halla en proceso lo pretende. Por más que se apruebe la despenalización del aborto en ajgunos casos, nadie obliga a abortar. La conciencia de los padres -la madre de una manera especialmente delicada y a veces angustiosa- y de los médicos es el factor dominante en este asunto. La ley se limitará, si llega a ser aprobada, a despenalizar un acto. Despenalizar es hacer que no se castigue, pero ni siquiera esta ley legaliza propiamente el aborto.

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Por eso la decisión humana es trascendente y nada favorece tanto una decisión serena como un debate sereno. Los argumentos y las razones tienen aquí un valor y una fuerza que desborda el ámbito estrictamente justificativo de unos votos -y mas cuando varios grupos dejaron a sus miembros en libertad- para dirigirse a todos y cada uno de los que un día pueden hallarse implicados en el proceso de adoptar una decisión sobre la vida de alguien que puede nacer sí un acto contrario no lo impide.

27 de mayo

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