La última fase de la crisis

La última fase de la crisis de Banca Catalana se remonta a veinte meses atrás. Estos son algunos hitos de la misma:

Septiembre de 1981: la Inspección del Banco de España descubre unas minusvalías en Catalana y el BIC de 29.489 millones, lo que supone un neto patrimonial negativo de 6.762 millones.



Mayo de 1982:
los rectores del grupo piden permiso al Banco de España para repartir dividendos. Este les conmina a recomponer sus recursos propios y su gestión. Se busca el apoyo de La Caixa para el banco. Se amplía el proyecto a otras entidades.

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La última fase de la crisis de Banca Catalana se remonta a veinte meses atrás. Estos son algunos hitos de la misma:

Septiembre de 1981: la Inspección del Banco de España descubre unas minusvalías en Catalana y el BIC de 29.489 millones, lo que supone un neto patrimonial negativo de 6.762 millones.

Mayo de 1982: los rectores del grupo piden permiso al Banco de España para repartir dividendos. Este les conmina a recomponer sus recursos propios y su gestión. Se busca el apoyo de La Caixa para el banco. Se amplía el proyecto a otras entidades.

11 de junio: se propaga un rumor de suspensión de pagos. Pánico de los depositantes.

29 de junio: el Consejo de Catalana dimite. Entra un nuevo consejo que representa a 10 cajas y otras empresas, y que proyecta una emisión de bonos de cerca de 6.000 millones de pesetas y la realización de una auditoría. La auditoría revela en agosto que el desequilibrio supera los 100.000 millones de pesetas. Plan alternativo, rechazado por la autoridad. Desgaste de depósitos.

Más información

2 de noviembre: dimisión de los administradores. Al día siguiente, traspaso del grupo al Fondo de Garantía. Las sucesivas juntas de Catalana, BIC y BIM evidencian un agujero de 129.112 millones. Operaciones acordeón. Saneamiento por el Fondo. Búsqueda de un nuevo presidente catalán, que no se encuentra.

De febrero a mayo de 1983: cambio de estrategia del Fondo y búsqueda de un nuevo propietario. Oferta a La Caixa y al Banco de Sabadell, que declina. Interés del Banco Exterior, sin visto bueno. Apertura de concurso con La Caixa como única licitadora. Temor en la banca a la nacionalización, dada la oferta de la caja. Formación de un pool de bancos, que también puja.

17 de mayo: adjudicación al pool. El Gobierno no ejerce el derecho de tanteo. Protestas de la izquierda.

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