La CEE aplaza la 'cumbre' de Stuttgart, ante el desbloqueo de las negociaciones de precios agrarios

Al desbloquear la cuestión de los precios agrícolas en la madrugada de ayer, la CEE, por primera vez en mucho tiempo, se ha puesto en marcha. Tanto, que la cumbre europea de Stuttgart, prevista para los días 6 y 7 de junio, ha sido aplazada y se celebrará ahora del 17 al 19 de ese mes, para permitir que asista el Reino Unido con las elecciones generales a sus espaldas. Para el presidente de la Comisión Europea, Gaston Thorn, el acuerdo sobre los precios agrícolas -retrasado mes y medio- es importante para el éxito de la reunión de Stuttgart. Las ministros de Agricultura celebrarán un consejo e...

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Al desbloquear la cuestión de los precios agrícolas en la madrugada de ayer, la CEE, por primera vez en mucho tiempo, se ha puesto en marcha. Tanto, que la cumbre europea de Stuttgart, prevista para los días 6 y 7 de junio, ha sido aplazada y se celebrará ahora del 17 al 19 de ese mes, para permitir que asista el Reino Unido con las elecciones generales a sus espaldas. Para el presidente de la Comisión Europea, Gaston Thorn, el acuerdo sobre los precios agrícolas -retrasado mes y medio- es importante para el éxito de la reunión de Stuttgart. Las ministros de Agricultura celebrarán un consejo especial, el 25 de mayo, dedicado a la reforma del acervo mediterráneo (la normativa de protección de los productos agrícolas de la Europa del Sur). "El éxito de estas discusiones debería despejar el camino para un mayor Irrogreso en Stuttgart", según Thorn.

El penoso acuerdo agrícola llegó finalmente en la madrugada de ayer, tras 13 horas de discusiones ininterrumpidas. Los precios de la campaña que ya comenzó el 1 de abril subirán en la CEE, un promedio del 4,2% cifrado en ECU (unidad europea de cuenta) o un 6,9% en monedas nacionales, lo que repercutirá, según el comisario Dalsager, encargado de este capítulo, en un 0,5% en la cesta monetaria europea.Las diferencias, en monedas nacionales, son notables. No satisfacen a nadie, pero sí son un típico compromiso comunitario próximo a las propuestas de la Comisión, Europea y que suponen la menor subida, en 10 años, de estos precios agrícolas. Así, los precios franceses subirán un 9,4%, los italianos -superadas las últimas reticencias-, un 8,8%, pero los alemanes tan sólo un 2%; los precios griegos, que tienen que alcanzar paulatinamente los del resto de la CEE, suben un 25,8%.

La cuestión de los montantes compensatorios monetarios (MCM) quedó también zanjada, aunque no llegue a satisfacer a algunos de los que vuelcan camiones en Francia. Los MCM actúan como prima a la exportación y tasa a la importación para los países con moneda fuerte frente a los de moneda débil. Parte de ellos han sido desmantelados.

Superado este enorme escollo, ayer tarde se reunió el Comité Especial de Agricultura para preparar el consejo especial del día 25 sobre la reforma del acervo mediterríaneo, condición esencial planteada por Francia e Italia para abrir el capítulo agrícola de la negociación con España. Se espera que, en esa ocasión, los ministros lleguen a un acuerdo que presentar, con seis meses de retraso, a los jefes de Estado y de Gobierno en Stuttgart.

Capítulo agrícola

Éstos, sí no hay sorpresas, tendrán en sus manos el documento de la Comisión Europea sobre el capítulo agrícola de la negocación con España. La Dirección General de Agricultura lo terminó el viernes y llegará esta semana a los jefes de gabinetes para su revisión. El colosal documento cuenta con unas 300 páginas. No estará listo para el día, 25 de mayo, en contra de lo que se preveía, pero la Comisión, a su más alto nivel, lo examinará en los primeros días del mes de junio.

El aplazamiento de la cumbre le ha devuelto seriedad, eliminando la posiblidad de que se hubiera convertido en una plataforma electoral para la primera ministra británica Margaret Thatcher, o que ésta no hubiese asistido, bloqueando un relativo éxito que ahora es posible, aunque no seguro.

Stuttgart, que todo el mundo condenaba al fracaso, puede ahora convertirse en una cumbre importante, de cara a España, dados los problemas intemos que aquejan a la Comunidad Económica Europa y que han de resolverse antes de la ampliación de la CEE. A estos problemas intemos comunitarios es a los que se refería ayer Manuel Marín, secretario de Estado para las Relaciones con. la CEE, al decir que "el tiempo juega a nuestro favor".

Tanto la cuestión de la ampliación de los recursos financieros de la Comunidad conio la de la reforma del acervo comunitario han de ser abordadas por la CEE, independientemente del caso español.

Marín presidió, en Bruselas, la sesión de negociación a nivel de suplentes, en la que España no presentó ninguna declaración. La que se esperaba, sobre fiscalidad del tabaco, llegará en los próximos días por otros canales, por motivos formales. La CEE presentó tres documentos, sobre relaciones exteriores, derecho derivado y monopolios. Los negociadores españoles quieren convertir la próxima sesión a nivel ministerial, que tendrá lugar en Luxemburgo el 20 de junio, en el epílogo de estos tres mismos capítulos, y otros "flecos que han quedado colgando", según la expresión que utilizó Manuel Marín.

Para Marín, "todavía no es lo fundamental de la negociación". Quedan aún pendientes, entre otros, los tres capítulos de la agricultura, la pesca y la siderurgia. A España le queda por definir su posición respecto al Euratom y el estatuto de Canarias.

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