Sentencia definitiva sobre la rebelión militar del 23-F

Dos fotógrafos fueron zarandeados ante la Audiencia por un condenado

Dos fotógrafos fueron zarandeados e insultados ante el Palacio de Justicia por uno de los condenados, al finalizar la lectura de la sentencia del 23-F. Con este incidente culminó un acto, que estuvo marcado por la tensión y la expectación.Numerosos periodistas, familiares de los implicados en los incidentes del 23-17, funcionarios de la Administración de Justicia y curiosos se dieron ayer cita a las 10.30 horas ante la sala de plenos del Tribunal Supremo.

A esa hora, mientras el ujier abría las puertas de la sala, se anunciaba en voz alta "audiencia pública" y el público iniciaba una ca...

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Dos fotógrafos fueron zarandeados e insultados ante el Palacio de Justicia por uno de los condenados, al finalizar la lectura de la sentencia del 23-F. Con este incidente culminó un acto, que estuvo marcado por la tensión y la expectación.Numerosos periodistas, familiares de los implicados en los incidentes del 23-17, funcionarios de la Administración de Justicia y curiosos se dieron ayer cita a las 10.30 horas ante la sala de plenos del Tribunal Supremo.

A esa hora, mientras el ujier abría las puertas de la sala, se anunciaba en voz alta "audiencia pública" y el público iniciaba una carrera para ocupar los bancos, en la calle seguía esperando un compacto grupo de personas que protestaban airadamente por las facilidades que se habían dado a la prensa para que accediera al edificio, mientras a ellos se les sometía a rigurosos controles.

Este primer incidente de la mañana desembocó en una decisión unilateral de los responsables del orden público encargados de la puerta de acceso al edificio, por la que a los periodistas se les sometió a idéntico tratamiento y se les obligó a esperar su turno en la cola. El conflicto se solucionó gracias a las gestiones del comisario José Blanco, responsable de los servicios de seguridad, que salió a la calle, habló con los periodistas y les introdujo en la Audiencia.

Volvieron a repetirse los incidentes 15 minutos más tarde, al finalizar el acto, cuando los informadores gráficos acosaron en la calle a los abogados y a algunos de los acusados, mientras abandonaban la sede del Tribunal Supremo. El teniente Pedro Izquierdo Álvarez se encaró a dos fotógrafos, les zarandeó y profirió diversos insultos, asegurando que eran la escoria del país y que decían siempre mentiras; cerró el rosario de imprecaciones con un "sois unos mierdas".

Hubo también en el acto judicial un elemento excepcional, protagonizado por los fotógrafos, emisoras de radio y cámaras de televisión, que obtuvieron permiso de la Sala Segunda del Tribunal Supremo para estar presentes en la lectura de la resolución. No es ésta la primera ocasión en la que los micrófonos y la televisión acceden a un acto judicial; existen antecedentes de situaciones similares, en las Audiencias Provinciales de Burgos y Barcelona.

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