Reagan pedirá hoy el respaldo del Congreso a su política contra la subversión en Centroamérica

Las graves consecuencias que puede tener para Estados Unidos la subversión marxista en Centroamérica, la solicitud de apoyo para incrementar la ayuda militar y económica a El Salvador y el nombramiento de un enviado especial para preparar las elecciones en ese país serán, probablemente, los tres puntos capitales del discurso que el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, pronunciará esta noche ante el pleno del Congreso norteamericano.

No es habitual que el presidente de la nación se dirija conjuntamente a la Cámara de Representantes y al Senado, excepto una vez p...

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Las graves consecuencias que puede tener para Estados Unidos la subversión marxista en Centroamérica, la solicitud de apoyo para incrementar la ayuda militar y económica a El Salvador y el nombramiento de un enviado especial para preparar las elecciones en ese país serán, probablemente, los tres puntos capitales del discurso que el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, pronunciará esta noche ante el pleno del Congreso norteamericano.

No es habitual que el presidente de la nación se dirija conjuntamente a la Cámara de Representantes y al Senado, excepto una vez por año, en el momento de pronunciar el discurso sobre el estado de la unión o en ocasiones calificadas de contenido histórico. Reagan utilizará hoy la tribuna del Congreso, con retransmisión directa por las grandes cadenas de televisión, para explicar a los políticos y a la opinión pública la estrategia de la Casa Blanca hacia Centroamérica.

"El presidente advertirá al Congreso de las consecuencias extremadamente graves que tendría para Estados Unidos una eventual victoria de la subversión marxista en Centroamérica", dijo el portavoz de la Casa Blanca, en un avance de la alocución presidencial. Para evitarlo, Reagan pedirá al Congreso solidaridad con su programa de ayuda militar y económica a El Salvador, apoyo para la celebracíón de próximas elecciones y presión para evitar la influencia de la Unión Soviética, vía Cuba y Nicaragua, en la guerrilla en El Salvador.

El presidente Reagan anunciara también probablemente el nombre de su enviado especial, encargado de la mediación entre Gobierno y oposición en El Salvador. En círculos políticos de Washington se cree que ese cargo podría recaer sobre el ex senador demócrata por el Estado de Florida, Richard Stones. Este nombramiento iría destinado también a apaciguar las críticas de los elementos liberales del Congreso.

A pesar de la oposición, Reagan puede acabar ganando la batalla en el Congreso. La primera indicación favorable a las tesis de la Casa Blanca Regó anoche, al votar el subcomité de asignaciones de la Cámara de Representantes, por siete votos contra cinco, la concesión de 30 millones de dólares de ayuda militar para El Salvador (la mitad de los 60 millones solicitados por el presidente). Clerance Long, presidente del subcomité, dijo que el voto había sido parcialmente favorable gracias al compromiso logrado entre el Congreso y la Casa Blanca para nombrar un enviado especial para El Salvador, junto al acuerdo del Gobierno *salvadoreño para liberar parte de los prisioneros políticos, preparar una ley de amnistía y aceptar las investigaciones del FBI para que las autoridades salvadoreñas juzguen a los responsables de cuatro monjas norteamericanas.

Clarence Long, representante demócrata por el Estado de Maryland, e inspirador de la idea de nombrar un enviado especial presidencial, viajó a El Salvador para comprobar la situación sobre el terreno. Regresó a Washington convencido de la necesidad de apoyar la política de Reagan, "porque el Ejército de El Salvador debe ser reforzado, antes de cualquier negociación con la guerrilla".

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Otra delegación de cinco senadores, demócratas y republicanos, viajó a Honduras, Nicaragua y El Salvador, con objeto de obtener informaciones directas sobre las operaciones encubiertas de la CIA, (Agencia Central de Inteligencia), nunca desmentidas por parte del presidente Ronald Reagan.

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