Comienza la Feria de Abril en Sevilla

Curro Romero encabeza la corrida inaugural de hoy en La Maestranza

"Cinco tardes para Curro". Y ésta es, una vez más, la noticia de la feria de Sevilla ' cuyo serial taurino empieza hoy. Cada año, un coro de agoreros vaticina el final artístico del diestro de Camas: "Está acabado". Pero, al siguiente, la empresa no tiene mejor asidero para sus carteles que este torero veterano, irregular y polémico, capricho del Baratillo, orgullo de una afición singular.

El aguafuerte de sus imprevisibles actuaciones es su tópico y es su gloria. Tiene una ejecutoria dibujada con garabatos y tiznones, pero cuando Saturno y Marte se guiñan, al tiempo que la mar está en ...

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"Cinco tardes para Curro". Y ésta es, una vez más, la noticia de la feria de Sevilla ' cuyo serial taurino empieza hoy. Cada año, un coro de agoreros vaticina el final artístico del diestro de Camas: "Está acabado". Pero, al siguiente, la empresa no tiene mejor asidero para sus carteles que este torero veterano, irregular y polémico, capricho del Baratillo, orgullo de una afición singular.

El aguafuerte de sus imprevisibles actuaciones es su tópico y es su gloria. Tiene una ejecutoria dibujada con garabatos y tiznones, pero cuando Saturno y Marte se guiñan, al tiempo que la mar está en calma, la luna se despereza en crecentía y lágrimas de candor fulguran el iris de un toro predestinado, se desvanecen bajo una sola pincelada de púrpura. ¡Es el duende! Lo juran en Sevilla y en otras partes también. Aunque muchos lamentan no haber tenido oportunidad, jamás, de contemplar ni ese duende, ni esa pincelada. Unánime el mundo taurino enla opinión de que para ver una buena tarde de Curro Romero hay que ir en su cuadrilla, discrepa en cuanto a la genialidad que atesora. A unos les hasta, aunque sea fugaz. Otros lo quisieran valiente y luchador.Pero entonces no sería Curro Romero; sería Ruiz Miguel, o quizá Paquirri. Y éstos ya son, están, también en la feria. Aunque no para cinco tardes. Seguramente no es justo, pero es lógico. A buena parte de la afición madrileña, por ejemplo, le indigna la prirnacía de Curro en la Maestranza y toma por simple favoritismo lo que es toda una teoría del sentimiento. El toreo, que encierra arte, no se puede entender igual en Madrid que en Sevilla. Los hay empeñados en modificar las actitudes interpretatívas de las respectivas aficiones, y, naturalmente, su propósito es un continuo fracaso. Aquello del pellizco, que Madrid admite con reservas, en Sevilla llena, y esa brega dura, domínadora, del torero cabal con el torazo fiero, que Sevilla no demanda, en Madrid colma las exigencias de su afición.

"Todo puede pasar", es el único vaticinio que admite la corrida del arte, la cual reúne a Antoñete, Curro Romero y Rafael de Paula, anunciada para el jueves día 21 de abril. Es el cartel-estrella. Los Míura tendrán que lidiarlos, como siempre, legionarios; en esta ocasión, Joaquín Bernadó en el año de su despedida del toreo, Ruiz Miguel y Manili.

Hay otros carteles bien montados, para los gustos de la Maestranza, como el de esta tarde, en que tomará la alternativa Curro Durán, de manos de Curro Romero y con Paco Ojeda de testigo, o los de lunes y martes, confeccionados a base de Curro otra vez, Manolo Vázquez, Ojeda y un Paquirri en el momento cimero de su popularidad porque ya está en capilla para la inminente boda.

Las ganaderías, en cambio, y salvando Miura, Pablo Romero o Torrestrella, pasan desapercibidas. El que llaman los taurinos toro de Sevilla es recortadito, agradable a vista de torero, con pinta de embestir y flojo. Algo verdaderamente lamentable en feria de tanto tronío y en lugar donde la ganadería de bravo abunda y se supone que sus habitantes serán entendidos en la materia. Aunque quizá no lo sean tanto, a pesar de todo, lo cual explicaría por qué es posible que se lidie el toro de Sevilla sin la menor protesta, sin ningún problema.

Figuras de siempre, como Manzanares y Niño de la Capea, no han sido contratadas para el abono, y nadie parece echarles en falta. No es razonable, por el contrario, que la empresa haya dejado fuera del cartel a un diestro del corte de Curro Vázquez, que se encuentra en un espléndido momento de madurez artística. Claro que conviene preguntarse quién es, en realidad, la empresa de Sevilla, la que presupuesta, contrata y reparte ganancias. Porque Diodoro Canorea es el titular (consorte); pero, al parecer, los que decíden son hombres de Pedro Balañá.

Seguramente son estos hombres, con la mirada puesta en la taquilla, los responsables de las cinco tardes de Curro, y hacen bien. Para los sevillanos, Curro, er Beti y la Macarena. Posiblemente el Niño de la Capea pegará más pases, el Athlétic marcará más goles y la Virgen de Montserrat será más mureneta, pero les da igual y no los cambian. Esta es, desde luego, la única razón de que Sevilla no sea Nueva York.

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