BARCELONA

Durán evitó el aburrimiento

Los terciados y nobles novillos que ayer presentó Andrés Garzón merecieron mejor suerte. "Es que no tuve toro", dicen a veces lo toreros cuando no colabora el asta do pero, ¿qué tendrían que haber dicho ayer de los novillos de Garzón? Tan sólo Curro Durán demostró querer estar bien, aunque sus prisas eran innecesarias. Si con la muleta logró a. su primero rebajarle los humos un tanto broncos de las primeras embestidas, el acelerón que dio a su mano derecha fue de aúpa. Aún no habíamos asimilado un derechazo y ya estábamos con la vista en el siguiente. El novillo no tenía ninguna ...

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Los terciados y nobles novillos que ayer presentó Andrés Garzón merecieron mejor suerte. "Es que no tuve toro", dicen a veces lo toreros cuando no colabora el asta do pero, ¿qué tendrían que haber dicho ayer de los novillos de Garzón? Tan sólo Curro Durán demostró querer estar bien, aunque sus prisas eran innecesarias. Si con la muleta logró a. su primero rebajarle los humos un tanto broncos de las primeras embestidas, el acelerón que dio a su mano derecha fue de aúpa. Aún no habíamos asimilado un derechazo y ya estábamos con la vista en el siguiente. El novillo no tenía ninguna prisa, los espectadores tampoco y allí nadie iba a bajar a quitarle el asta do. Nos privó de ver el faenón que merecía el novillo. Donde afortunadamente nos despertó Durán fue en su segundo. Sus verónicas de reciba tuvieron mando y calidad. De esta forma embarcó al público para que coreara la faena de muleta en donde volvió a imperar la rapidez. Durán atrasa la pierna contraria y, a punto de tomar la alternativa, debe demostrar que se sabe cargar la suerte y no abusar del pico. Quien abusó de la paciencia del respetable fue Aguilar Granada. Daba pena ver cómo ayer pusie ron estupendos novillos en manos de este hombre. No sabía por dónde meterles mano.

Plaza Monumental de Barcelona, 10 de abril

Novillos de Andrés Garzón, terciados y de excelente juego Aguilar Granada. División de opiniones y vuelta por su cuenta. Curro Durán. Oreja y dos orejas. Lucio Sandín División y vuelta por su cuenta, y oreja.

El joven Lucio Sandín ofreció una de cal y otra de arena. En su primero daba la sensación de que estaba en la plaza como obligado. Nos sumió a todos en un profundo aburrimiento. La otra imagen, ésta positiva, nos la dio en el que cerraba plaza. Ante el excelente novillo desvelé que tiene buenas maneras y que puede hacer un buen toreo.

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