Especialistas en arquitectura popular restaurarán la aldea prerromana de Piornedo

La restauración y acondicionamiento de la aldea prerromana de Piornedo y sus pallozas habrá de afrontarse juntamente con la recuperación del grupo social en que se encuentra y la rehabilitación de otras aldeas próximas, de la alta montaña lucense. Esta propuesta entraña las líneas básicas del nuevo proyecto que la Dirección General de Vivienda Rural, dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), ha adjudicado a un equipo de especialistas en arquitectura popular gallega, para reparar uno de los núcleos rurales más peculiares de Europa por sus construcciones primitivas, y uno ...

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La restauración y acondicionamiento de la aldea prerromana de Piornedo y sus pallozas habrá de afrontarse juntamente con la recuperación del grupo social en que se encuentra y la rehabilitación de otras aldeas próximas, de la alta montaña lucense. Esta propuesta entraña las líneas básicas del nuevo proyecto que la Dirección General de Vivienda Rural, dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), ha adjudicado a un equipo de especialistas en arquitectura popular gallega, para reparar uno de los núcleos rurales más peculiares de Europa por sus construcciones primitivas, y uno de los pocos que además ha conseguido conservar hasta nuestros días la base de lo que ha sido la cultura de los celtas.

El proyecto para restaurar las pallozas de Piornedo pretende llevar a la comarca a mantener superficies cultivadas pertenecientes al asentamiento y que la producción se haga con arreglo a los criterios económicos y paisajísticos (tipo de cultivo, dimensiones y ordenación) que los caracterizaban a finales del siglo pasado, hoy ya desaparecidos.La aldea prerromana de Piornedo, situada en la comarca de Ancares, casi en el límite de las provincias de Lugo y León, a 1.200 metros de altura, y de forma especial sus pallozas -construcciones primitivas de planta circular y techo de paja, diseñadas para dar cabida durante los largos inviernos a todo lo que sus habitantes necesitan, incluido el ganado-, se encuentras gravemente deterioradas al desentenderse la Administración de su mantenimiento, tras la declaración de conjunto histórico-artístico, lo que llevó a sus propietarios a realizar reparaciones incontroladas, utilizando materiales plásticos y metálicos y distorsionando notablemente el bello conjunto. La situación actual ha sido calificada por especialistas como "denigrante e impresentable".

Deterioro del medio

Las esperanzas de los lugareños, que todavía continúan habitando alguna de estas 14 construcciones que se mantienen en pie, y de las numerosas asociaciones y entidades que solicitaron repetidamente una mayor atención para Piornedo, están ahora puestas en el nuevo proyecto de restauración y acondicionamiento que la Dirección General de Vivienda Rural ha encargado a un equipo formado por el sociólogo Xosé Pérez Vilariño, el historiador Xosé Ramón Barreiro, el arquitecto Xerardo Estévez, el etnógrafía Xosé Manoel Vázquez, el geógrafo Augusto Pérez Alberti, el economista Fernando García Tobío y el naturalista Xosé Manuel Penas Patiño, y que dirige el arquitecto Pedro de Llano Cabado, autor de dos volúmenes sobre Arquitectura popular en Galicia, quien entiende que "el estudio plantea el camino que se debe seguir para la rehabilitación de este lugar, pero no es un proyecto definitivo y siempre estará abierto a nuevas mejoras. Lo cierto es que si las pallozas no se salvan ahora, dentro de quince años serán pura arqueología".El proyecto de restauración, al que ha tenido acceso EL PAIS, contempla, como líneas básicas de actuación, la rehabilitación del poblado prerromano dentro del contexto del grupo social porque, según sus redactores, "la recuperación de Piornedo aislada no tiene mucho sentido. Hay que plantearse la conservación de todo el área de pallozas, y el deterioro de esta aldea no es sólo el arquitectónico, sino también el social y el del medio".

Lo cierto es que el estudio recoge, tras un riguroso análisis de la situación actual, la estrategia, que permita plantear una propuesta concreta para la rehabilitación arquitectónica y urbanística del lugar, que sirva de hilo conductor a los futuros responsables. El equipo redactor entiende que el auténtico problema de la arquitectura rural es la actual destrucción entre unos contenidos y unos contenedores propios de unos estándar de vida sobrepasados por cualquier otro grupo social, distanciación que conduce inevitablemente a la degradación de sus construcciones, llevando a pueblos y tierras a una total desertización. Frente a ello, de poco serviría una renovación basada en una conservación universal, es decir, el total inmovilismo aplicado al entorno fisico heredado, o en el mantenimiento de unos contenedores totalmente ajenos a las nuevas funciones en ellos realizadas, y por eso defienden el criterio de rehabilitación de los edificios y conjuntos, manteniendo dentro de unos límites razonables y unas condiciones aceptables unos antiguos contenidos puestos al día en los antiguos contenedores.

En las líneas básicas del proyecto figura, en lugar destacado, la necesidad de conseguir una vegetación autóctona y la recuperación de los cultivos perdidos en toda la comarca, porque "hay que situar al grupo social en su entorno y, así, la conservación de las pallozas es poco menos que imposible si no se vuelve al cultivo del centeno, cuya paja es la base de la techumbre". De igual forma, respecto a las nuevas edificaciones se establecerá una normativa que haga que respondan a la arquitectura popular de la comarca.

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Museo campesino

Pero, sin lugar a dudas, y al margen de la recuperación del entorno, la base del proyecto radica en las propuestas de conservación y rehabilitación y cambio de uso de las pallozas. Las dos primeras propuestas de tratamiento para estas construcciones son el dedicarlas al alojamiento de ganado y almacenamiento de forraje y útiles de labranza y como pequeños albergues o refugios, dentro de una propuesta de reutilización de la comarca.Una última propuesta, de amplia aceptación, es la creación de un núcleo museológico de la cultura campesina in vivo, poniendo en uso, con sus funciones originales, alguna de las primitivas viviendas y sus espacios adjetivos. Reutilización que afectará, a su vez, a la totalidad de los enseres domésticos, herramientas, aperos de labranza y utensilios de artesanía, entre otros, poniendo, además, parte de las superficies cultivadas pertenecientes al asentamiento a producir con arreglo a los criterios económicos y paisajísticos que los caracterizaban a finales del siglo pasado, hoy desaparecidos. La idea de estos museos in vivo servirá para salvaguardar los frutos de la cultura de los Ancares no sólo en vitrinas y locales urbanos, como se hace en la museología tradicional, sino como instrumento de comunicación activa.

De todos modos, la realización del proyecto parece que se llevará a cabo de forma lenta, al depender de varios ministerios, los cuales anualmente asignarán distintas cantidades de su presupuesto para tales realizaciones. Y, aunque la iniciativa se lleve a cabo, el director del equipo encargado de su redacción, Pedro de Llano, considera que "la auténtica conservación de Piornedo pasa por la declaración de Parque Nacional a la comarca de los Ancares, lo que traería como consecuencia el que contase con director, técnicos y conservadores, y la creación de puestos de trabajo en la zona, una de las más subdesarrolladas de España".

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