La CEE tendrá un excedente de producción de acero de 50 millones de toneladas en 1985

Los diez países de la Comunidad Económica Europea (CEE) tendrán una excedente de producción de acero -calculado en productos acabados- del orden de 50 millones de toneladas en 1985, según un documento de información publicado por la Comisión Europea. Esta situación es "insostenible". En 1985, según estas previsiones, la CEE tendrá una capacidad de producción de 151,3 millones de toneladas de acero, cuando la producción real no superará las 101,1 millones de toneladas. La CEE prevé además una reducción de sus exportaciones de acero de aquí a 1985.Los últimos datos publicados no son a...

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Los diez países de la Comunidad Económica Europea (CEE) tendrán una excedente de producción de acero -calculado en productos acabados- del orden de 50 millones de toneladas en 1985, según un documento de información publicado por la Comisión Europea. Esta situación es "insostenible". En 1985, según estas previsiones, la CEE tendrá una capacidad de producción de 151,3 millones de toneladas de acero, cuando la producción real no superará las 101,1 millones de toneladas. La CEE prevé además una reducción de sus exportaciones de acero de aquí a 1985.Los últimos datos publicados no son alentadores para la CEE. La producción de acero crudo en febrero era un 17,8% inferior a la del año anterior. La caída en la producción de 1981 a 1982 fue de 15,9%, alcazándose el nivel más bajo desde 1973. En 1982, además, descendieron las exportaciones a países terceros en un 22,3%, mientras aumentaban las importaciones en un 33,6%. El documento de la Comisión Europea no es normativo sino "informativo" y no preconiza que se supriman 48 millones de toneladas de capacidad productiva en la CEE de aquí a 1985. Las previsiones de la Comisión se basan sobre un crecimiento anual del producto interior bruto de un 1,9% anual, que "puede ser demasiado optimista".

La Comisión se fija en el ejemplo japonés, "cuya ventaja esencial no se deriva de los precios de los factores sino de su productividad". Se trata pues de llegar en la CEE a una relación adecuada entre calidad y precio más dirigida a las necesidades del consumo, con una mejor gestión para reducir en un 15 o 20% la diferencia del coste por tonelada de acero entre Japón y Europa.

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