A punto de solucionarse el conflicto del almacenamiento de basuras en Tenerife

El Cabildo Insular de Tenerife acaba de aprobar un plan director de residuos sólidos para la isla, que supone la esperanza de ver resuelto de una vez el viejo problema del vertido de basuras, por el que un alcalde y parte de su corporación llegaron a protagonizar el año pasado una huelga de hambre. El actual vertedero fue creado provisionalmente hace diez meses hasta la puesta en marcha del citado plan, con la oposición de los vecinos. Ahora, tras el cambio de gobernador, la denominada Asociación Ciudadana de Afectados por el vertedero de Montaña del Aire ha vuelto a plantear el tema para forz...

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El Cabildo Insular de Tenerife acaba de aprobar un plan director de residuos sólidos para la isla, que supone la esperanza de ver resuelto de una vez el viejo problema del vertido de basuras, por el que un alcalde y parte de su corporación llegaron a protagonizar el año pasado una huelga de hambre. El actual vertedero fue creado provisionalmente hace diez meses hasta la puesta en marcha del citado plan, con la oposición de los vecinos. Ahora, tras el cambio de gobernador, la denominada Asociación Ciudadana de Afectados por el vertedero de Montaña del Aire ha vuelto a plantear el tema para forzar una solución definitiva.

El basurero de Montaña del Aire en La Laguna, el segundo municipio de Tenerifé, se convirtió en motivo de lucha popular en contra de la decisión del gobernador, el centrista Jesús Javier Rebollo, de crear allí un vertedero para toda la isla. El conflicto estalló cuando el alcalde, el socialista Pedro González, se declaró en huelga de hambre y arrastró en su actitud a una parte de la corporación. Sólo las promesas de intervención del Cabildo lograrían convencerle. Todo ocurría hace diez meses, tras el cierre del Lazareto en Santa Cruz de Tenerife, lugar que había sido utilizado durante los últimos años como basurero y que había llegado a su límite. La decisión del Ayuntamiento de clausurarlo crearía una difícil papeleta al gobernador civil de la provincia. El gobernador Rebollo, alegando que se había llegado a una situación de extrema gravedad, ordenó por decreto la apertura del nuevo vertedero. Y topó con la negativa de los vecinos, alrededor de un centenar de personas, cuyas casas están muy próximas al lugar, algunas de ellas distan sólo veinte metros."Para nosotros, Montaña del Aire continúa siendo un vertedero clandestino", declaró el alcalde Pedro González. "En su día", señaló, "decretamos en pleno su cierre por carecer de licencia municipal, y el gobernador anuló por su cuenta y riesgo nuestro acuerdo. Recurrimos a la Audiencia Provincial y nos dio la razón. Después el gobernador recurrió, por su parte, al Tribunal Supremo, y estamos a la espera de que se haga prevalecer nuestro punto de vista para clausurar definitivamente el vertedero". Durante este tiempo, el Ayuntamiento de La Laguna se ha negado a pagar su parte de tarifa a la empresa encargada del trata miento de los residuos. En realidad, muy pocos ayuntamientos lo han hecho, y la deuda asciende en la actualidad a cerca de cincuenta millones de pesetas.

"El nuevo gobernador reconoce que la situación de Montaña del Aire es insostenible y se ha comprometido a gestionar en Madrid la financiación del plan director de residuos sólidos para poder cerrar el actual vertedero provisional", declaró el diputado del Parlamento canario Oswaldo Brito, miembro de la asociación ciudadana de afectados. Eligio Hernández, primera autoridad civil, se ha tropezado, a las pocas semanas de su toma de posesión, con este problema heredado.

Abono voluntario

Días pasados se reunió con los alcaldes de la isla y admitió que no puede obligarles a abonar los costos del servicio de tratamiento de las basuras, pero pidió a los mismos que lo hagan de forma voluntaria, ya que, en caso contrario, tendría que paralizar el vertedero por falta de financiación. En la actualidad se vierten en Montaña del Aire unas quinientas toneladas diarias de desechos (alrededor de 12.000 al mes). El basurero fue impermeabilizado con las más modernas técnicas para garantizar la salubridad de la zona. El entonces gobernador logró que la Administración hiciera suyo el problema y destinara, a través de la Dirección General del Medio Ambiente, unos 30.000 millones de pesetas a tales obras.Desde entonces no ha cesado la oposición de los ecologistas, unida a la de los vecinos. "La utilización de las técnicas no está garantizada, ni mucho menos", indicó el alcalde de La Laguna. La propia asociación ciudadana de afectados se ha dirigido por escrito al Cabildo Insular denunciando el "agravamiento de las nulas condiciones sanitarias y medioambientales, malos olores, ratas, mosquitos, vuelo de papeles, etc.". El vertedero está situado muy próximo al aeropuerto de Los Rodeos, y fue considerado desde un primer momento por la Subsecretaría de Aviación Civil como un peligro para el tráfico aéreo, debido al riesgo que representa para la navegación aérea la concentración de aves muy cerca del aeropuerto.

La protesta ecologista ha encontrado eco en los especialistas, entre otros el profesor Margaleff, una autoridad en la materia. EL PAIS ha tenido acceso a un informe realizado en julio pasado por José J. O'Shanahan, médico experto en salud pública, a petición de la asociación de vecinos del Ortigal, barrio en el que está situado el vertedero, en el que se muestra contrario al mismo por constituir un serio peligro de contaminación para el agua que es conducida subterráneamente por el lugar.

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En otros vertederos impermeabilizados, como el de Garraf, en Barcelona, se registró este fenómeno, según el informe, a los pocos meses de su funcionamiento. "La contaminación química puede perdurar durante mucho tiempo después de la clausura del vertedero. Contaminación que una vez producida es prácticamente imposible de controlar", se afirma en dicho estudio. El doctor O'Shanahan es en la actualidad director general de la Consejería de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social del Gobierno autónomo.

Más de doscientos vertederos incontrolados existen en Tenerife. Con el Plan Director de Residuos Sólidos, aprobado ahora por el Cabildo, se intenta poner fin a los mismos. Los residuos orgánicos serán transformados en abono para la agricultura, y los rechazos irán a parar al vertedero que se piensa crear en un municipio del sur de la isla, Arico, al que, por otra parte, su Ayuntamiento aún no ha dado el visto bueno.

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