Modificación de los coeficientes bancarios para potenciar el crédito a la exportación

El Banco de España ultima en estos días las modificaciones a introducir en los coeficientes que tienen que cubrir bancos y cajas de ahorro, cumpliendo así el anuncio hecho por Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda, cuando explicó la devaluación de la peseta y la decisión de elevar en un punto el coeficiente de caja de las institucione financieras privadas. Aunque no se conocen aún las modificaciones concretas, las líneas generales que se quieran resaltar pasan por la potenciación del crédito a la exportación, la flexibilidad en la forma de cubrir los coeficientes y la aceptación como c...

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El Banco de España ultima en estos días las modificaciones a introducir en los coeficientes que tienen que cubrir bancos y cajas de ahorro, cumpliendo así el anuncio hecho por Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda, cuando explicó la devaluación de la peseta y la decisión de elevar en un punto el coeficiente de caja de las institucione financieras privadas. Aunque no se conocen aún las modificaciones concretas, las líneas generales que se quieran resaltar pasan por la potenciación del crédito a la exportación, la flexibilidad en la forma de cubrir los coeficientes y la aceptación como computables de muchos valores que hasta ahora no lo eran.

El Ministerio de Economía y Comercio encargó al Banco de España que estudiara la modificación de los coeficientes obligatorios de bancos y cajas para que se ajustaran más a la realidad actual y a algunas de las premisas recogidas en el programa electoral del partido socialista. Las directrices básicas las propone el Ministerio y las tiene que instrumentar el banco emisor.La crisis del Urquijo, la expropiación de Rumasa y algunas dificultades surgidas para la modificación de las disposiciones legales aprobadas en el decreto de fomento a la exportación, han retrasado la presentación de todo el paquete de variaciones que ahora se uItima.

La idea básica, de la que se partió en el Ministerio de Economía y Hacienda, era la de no aumentar ni disminuir el porcentaje total que, sobre recursos ajenos, tienen que destinar, obligatoriamente las instituciones financieras a determinadas actividades fijadas, por las autoridades.

A pesar de que en los últimos tiempos las cajas de ahorro habían venido abogando por una disminución fuerte de los coeficientes que tienen que mantener -mucho más elevados que los de los bancos-, desde que se produjo el relevo gubernamental las voces se han callado como a la espera de decisiones más importantes que anunciadas en el programa,

Cédulas para inversiones

La no variación del porcentaje total de coeficientes supone que las modificaciones a realizar pasan por introducir mayores cotas de flexibilidad a la hora de cubrirlos, pudiéndose destinar cantidades mayores de recursos, a determinadas actividades y reduciéndolas en otras.Las cédulas para inversiones que tienen una rentabilidad baja para bancos y cajas, serán previsiblemente las que disminuyan en mayor medida, mientras que el coeficiente para inversión a largo plazo y las posibilidades de seguir incrementando la financiación de exportaciones aumentarán de forma progresiva.

En cualquier caso, se señala en fuentes de la Administración, las cédulas para inversiones, de cuyos recursos se nutre fundamentalmente el Instituto de Crédito Oficial, no podrá caer de forma importante en un primer momento, ya que quedaría desguarnecido todo el crédito oficial.

La apuesta que la Administración hace, por lograr que el sector exportador de la economía española sea una de las locomotoras básicas del despegue, exige una serie de modificaciones importantes en el coeficiente de financiación del mismo.

El decreto de fomento a la exportación, publicado en el mes de abril del año pasado, abría las posibilidades a que la banca privada y las cajas de ahorro entraran en el, hasta ahora, prácticamente mercado monopólico del Banco Exterior de España.

Ampliar la base

Los trámites burocráticos a seguir para poder hacerlo han parecido tan complejos que ningún banco ha utilizado la vía de esta disposición legal. No se ha negado a formar la comisión que debía facilitar dicha utilización; la banca privada ha pedido, incluso, que desapareciera.Por lo que se sabe hasta ahora, dicha comisión no dejará de existir, aunque es bastante probable que intervenga a posteriori, en lugar de tenerlo que hacer por adelantado, como se pretendía al principio.

Si bien se va a ir a un sistema más ágil, lo que se descarta por completo es el resto de reivindicaciones planteadas por la Asociación Española de Banca Privada (AEB) para lograr que la Administración aceptara correr con el seguro de tipo de cambió para esas operaciones, en el mismo sentido en que lo hace con la financiación exterior que obtienen las empresas de autopistas, o la posibilidad de utilizar en las operaciones de exportación, o en la devolución de los créditos internacionales las reservas en divisas convertibles que tiene en su poder el Banco de España.

Un mecanismo intermedio para propiciar este tipo de operaciones, podría estar situado en una mayor ligazón entre CESCE (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación) y las actividades de la banca privada en lo referente a la captación de recursos con los que financiar. las actividades exportadoras.

Títulos privados.

Junto a la flexibilidad a la hora de cubrir los coeficientes, las autoridades económicas quieren ampliar los títulos de sociedades privadas que tienen el carácter de computables en la actualidad. Por varios motivos, entre los que destacan tanto los nuevos activos que las sociedades han sacado para hacer más atractivas las inversiones de los ahorradores particulares, como el hecho de que no se quiere primar excesivamente a algunas empresas sobre otras.En la actualidad, sólo determinadas empresas podía hacer emisiones con la calificación de Computables, lo que favorecía su colocación en las carteras de valores de cajas y bancos.

La idea que ahora predomina es ampliar el abanico para que la mayoría de las empresas puedan acudir a este mercado. Con ello, se pretende igualar a las sociedades privadas e incluso potenciar a las de estructura pequeña y mediana, que hasta ahora se habían visto expulsadas de estos circuitos financieros.

Lo mismo pasa con las sociedades que no cotizan en bolsa y que, con la modificación de los coeficientes en este sentido, podrían intentar su incorporación a esta parcela del sistema financiero reservada hasta ahora a las grandes empresas.

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