Los secuestradores del avión libio eran desertores del Ejército de Gadafi

Dos oficiales desertores del Ejército libio fueron los autores del secuestro del Boeing 727 de la Libyan Airlines que ayer concluyó en el aeropuerto de La Valetta, tras 65 horas de tensión, con la entrega de los piratas del aire. A los secuestradores se sumaron dos delincuentes que eran trasladados de prisión y los tres guardias encargados de su custodia. Los dos militares libios, de unos treinta años de edad, estaban provistos de una pistola y varias granadas.El acto de rendición fue totalmente pacífico y comenzó a las 14.00 horas de ayer (hora de Madrid), cuando los secuestradores descendier...

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Dos oficiales desertores del Ejército libio fueron los autores del secuestro del Boeing 727 de la Libyan Airlines que ayer concluyó en el aeropuerto de La Valetta, tras 65 horas de tensión, con la entrega de los piratas del aire. A los secuestradores se sumaron dos delincuentes que eran trasladados de prisión y los tres guardias encargados de su custodia. Los dos militares libios, de unos treinta años de edad, estaban provistos de una pistola y varias granadas.El acto de rendición fue totalmente pacífico y comenzó a las 14.00 horas de ayer (hora de Madrid), cuando los secuestradores descendieron del aparato sin sus armas seguidos de las 154 personas que componían el pasaje y la tripulación.

Los piratas del aire fueron detenidos por la policía y conducidos a la torre de control, donde hicieron efectiva su rendición ante el primer ministro maltés, Don Mintoff, quien había dirigido personalmente durante tres días la negociación. Los secuestradores se rindieron después de haber obtenido seguridades de que no serían enviados a Libia.

Las autoridades maltesas dieron muestras de una gran firmeza a lo largo de las negociaciones y en todo momento se negaron a entregar víveres y agua al aparato mientras no se liberara a las mujeres y los niños. Por la misma razón habían rechazado la petición de los piratas del aire de que se llenasen los depósitos del avión para salir hacia otro país. Los secuestradores habían pedido refugio en Marruecos y en Estados Unidos, pero ambos países se habían negado a acceder a sus peticiones.

Las autoridades maltesas habían colocado camiones y autocares en la pista para impedir el despegue del aparato, lo que hizo abortar el primer y último intento, realizado el pasado domingo a la hora escasa de haberse producido el aterrizaje.

Dureza del desierto

Nada más descender del aparato los pasajeros fueron trasladados en tres autobuses a un hospital militar de La Valetta, donde se les sometió a reconocimiento médico. Todos ellos se encuentran en perfecto estado físico, pero la mayoría sufren trastornos psíquicos derivados de la tensión acumulada a lo largo de los casi tres días que ha durado el secuestro, según fuentes del equipo médico que ha atendido a los viajeros.Estas fuentes han puesto de manifiesto la fortaleza física de los miembros del pasaje, la mayoría oriundos de zonas desérticas del sur de Libia. Incluso los niños, que podrían haber padecido deshidratación, se encuentran en perfectas condiciones".

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Los secuestrados fueron obligados a permanecer en sus asientos en todo momento, permitiéndoseles levantarse sólo para acudir a los servicios.

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