La URSS, un gran mercado potencial

Dentro del estancamiento global del comercio entre España y las países socialistas europeos, la URSS siguió siendo en 1982 el primer socio comercial español en el Este con gran ventaja respecto a los demás estados, pese a la reducción de las compras de petróleo soviético destinado al mercado nacional. Estas compras supusieron 322.505 toneladas en el período de enero a octubre de 1982 con un descenso del 62,9% respecto al mismo período del año anterior.El petróleo es la mayor partida de las importaciones procedentes de la URSS, sin embargo, los soviéticos figuran por debajo de los principales p...

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Dentro del estancamiento global del comercio entre España y las países socialistas europeos, la URSS siguió siendo en 1982 el primer socio comercial español en el Este con gran ventaja respecto a los demás estados, pese a la reducción de las compras de petróleo soviético destinado al mercado nacional. Estas compras supusieron 322.505 toneladas en el período de enero a octubre de 1982 con un descenso del 62,9% respecto al mismo período del año anterior.El petróleo es la mayor partida de las importaciones procedentes de la URSS, sin embargo, los soviéticos figuran por debajo de los principales proveedores de crudo a España, a cuya cabeza están Arabia Saudí y México. Las ventas soviéticas de crudo se ven dificultadas por la obligación de utilizar buques de la URSS para el transporte del combustible, con la consiguiente paralización de los mercantes españoles que podrían realizar la tarea.

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De junio a septiembre de 1982, España exportó a la URSS por valor de 158 millones de dólares, con los productos siderúrgicos como principal partida, e importó por valor de 346 millones de dólares. Debido a la diferencia de criterios de contabilización, las estadísticas españolas pueden no coincidir con las soviéticas, no disponibles aún. En 1981 las estadísticas de la URSS daban un saldo favorable a España, mientras que las españolas registraban un balance negativo de 101.357.000 dólares.

Según el jefe de la delegación comercial soviética en España, Boris Karpov, el comercio entre España y su país, que se multiplicó por veinte desde la entrada en vigor del acuerdo comercial en 1973, podría seguir aumentando en 1983, ya que de la cincuentena de empresas que posee el monopolio del comercio exterior soviético, unas cuarenta están interesadas en España, subrayó Karpov.

Medios próximos al Ministerio de Economía español señalaron que no se prevén modificaciones a corto plazo en el comercio con la URSS, aparte del reajuste de los instrumentos jurídicos de trato comercial para adaptarlos a la normativa de la Comunidad Económica Europea (CEE). En el mercado soviético, añadieron, España carece de regularidad y arraigo por haber llegado más tarde que otros países europeos. En 1982 Madrid aplazó indefinidamente las conversaciones solicitadas por España para adquirir gas siberiano.

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