El Museo del Prado exhibe cien acuarelas de Joseph Turner, el maestro del paisaje romántico

El Museo del Prado inaugura hoy una exposición en la que se recoge una selección de cien acuarelas de Joseph Turner (1775-1851), uno de los más importantes pintores británicos, especializado en la técnica de la acuarela y considerado como el maestro del paisaje romántico. La muestra, que estará abierta durante los meses de febrero y marzo, es la primera que realiza el gabinete de dibujos del Museo del Prado. La exposición estará acompañada de una serie de actos culturales en los que estudiosos de la obra del artista intentarán penetrar en el sentido último de su obra.

Se trata de una se...

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El Museo del Prado inaugura hoy una exposición en la que se recoge una selección de cien acuarelas de Joseph Turner (1775-1851), uno de los más importantes pintores británicos, especializado en la técnica de la acuarela y considerado como el maestro del paisaje romántico. La muestra, que estará abierta durante los meses de febrero y marzo, es la primera que realiza el gabinete de dibujos del Museo del Prado. La exposición estará acompañada de una serie de actos culturales en los que estudiosos de la obra del artista intentarán penetrar en el sentido último de su obra.

Se trata de una selección cedida por el Museo Británico de Londres, en la que se ha pretendido recoger una muestra capaz de dar una visión de la producción de Turner como dibujante y, especialmente, como acuarelista. Manuela Mena, subdirectora del Museo del Prado, explicaba ayer en una conferencia informativa que "se ha pretendido hacer una exposición de carácter científico, de forma que el visitante pueda apreciar ordenadamente la obra acuarelística de este maestro del paisaje romántico".Todos los temas tratados por el pintor a lo largo de sus distintas épocas están representados en el Museo del Prado. El director del mismo, Federico Sopeña, dijo ayer que se ha realizado una exposición extraordinaria, "necesaria no solamente por la posibilidad que supone de conocer una obra tan importante, sino porque, además, el Museo del Prado tiene grandes carencias de muestras de pintura inglesa".

Paralelamente a la muestra pictórica, los organizadores han programado una serie de conferencias en las que se analizará la obra de Turner desde los más diferentes puntos de vista, en un intento de conocer en toda su profundidad la obra del artista.

En la selección que se puede ver en el Prado, además de las diferentes etapas de la obra del artista, se ha pretendido mostrar sus distintos descubrimientos técnicos y la influencia que éstos tuvieron en su obra.

Entre el centenar de trabajos expuestos, se encuentra La catedral de Lincoln, dibujo a lápiz hecho en 1794, un Interior con una mujer sentada junto al fuego y Dos barcos de pesca, de 1976, de factura muy clásica; Puerto de barcos, acuarela realizada en 1845, colecciones de paisajes venecianos hechos a lápiz o acuarela o paisajes costumbristas ingleses de 1798 y 1800. Se exhiben también gouaches sobre papel representando el campo inglés, interiores del castillo de Petworth, siluetas de mujer y vistas de Marsella y del río Meuse.

La importancia del paisaje

Entre las múltiples aportaciones que Turner hace a la pintura de su tiempo, un especialista en el estudio de su obra, Andrew Wilton, destaca en el catálogo editado con motivo de la exposición que Turner consiguió demostrar que la pintura de paisajes era un arte tan serio como cualquier otro, susceptible de transmitir las ideas más nobles y apasionadas, así como los temas históricos o mitológicos calificados tradicionalmente como serios. El uso que hace del color, capaz de conseguir efectos mágicos en sus cuadros, es otra de las características que se pueden apreciar en la selección de acuarelas traídas a Madrid. Ya en los últimos años de su obra, tanto con la acuarela como con el óleo, tiende a dar cada vez más brillo. Los colores de la paleta son infinitamente variados, y el artista consigue con ellos una variedad infinita de combinaciones.

Aunando estos descubrimientos, Turner presenta los temas topográficos en forma de drama, de manera que los seres humanos que pueblan el paisaje sirven de intérpretes entre el hombre y la naturaleza, al plasmar en sus lienzos la angustia del hombre ante las tormentas e inundaciones, su alegría por la luz del sol y la abundancia de las cosechas.

Andrew Wilton concluyó la conferencia informativa de ayer recordando que la obra de Turner tuvo una influencia muy escasa entre los artistas europeos contemporáneos.

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