De cada 100 alumnos públicos, 37 fracasan en sus estudios y no pueden tener acceso a los niveles superiores

Un informe sobre la eficacia del sistema educativo en la provincia de Madrid, realizado por la Comisión de Estudios de la Inspección Básica del Estado, ha puesto de relieve el alto índice de fracaso escolar registrado por los alumnos de EGB, en general, y por los que cursan sus estudios en la escuela pública, en particular. El mismo informe hace hincapié en la existencia, al menos, de dos circunstancias que favorecen fuertemente a los niños que asisten a escuelas privadas y que se traducen en agravios comparativos graves para los alumnos de los colegios estatales: la existencia de cursos de pr...

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Un informe sobre la eficacia del sistema educativo en la provincia de Madrid, realizado por la Comisión de Estudios de la Inspección Básica del Estado, ha puesto de relieve el alto índice de fracaso escolar registrado por los alumnos de EGB, en general, y por los que cursan sus estudios en la escuela pública, en particular. El mismo informe hace hincapié en la existencia, al menos, de dos circunstancias que favorecen fuertemente a los niños que asisten a escuelas privadas y que se traducen en agravios comparativos graves para los alumnos de los colegios estatales: la existencia de cursos de preescolar en la privada y la posibilidad para este sector de repetir dos cursos; aspectos ambos que posibilitan a los privados un más fácil acceso a la enseñanza superior.

En el informe aludido, los inspectores autores del mismo se han "circunscrito al análisis del rendimiento o producto final del sistema, medido en términos de porcentajes de alumnos que obtienen el título de graduado escolar. Al existir doble titulación -graduado escolar (GE) y certificado de escolaridad básica (CEB)- en la EGB, pensamos que el mejor índice de éxito del sistema vendría dado por la proporción de alumnos que obtienen aquel título que permite el acceso al nivel educativo socialmente más valorado, el BUP. Según ello, el porcentaje de títulos de graduado escolar será el índice del éxito escolar del sistema, mientras que el porcentaje de certificados de escolaridad básica lo será de su fracaso'.Para realizar la encuesta, los inspectores educativos han utilizado como fuente principal el total de propuestas de títulos de graduado escolar y de certificados de escolaridad básica que todos los centros, públicos y privados, ha tenido que entregar a la Inspección de Educación Básica del Estado en Madrid al finalizar cada uno de los cursos.

Los resultados finales del análisis del índice del fracaso escolar en los últimos cuatro cursos académicos, del 1977-1978 al 1980-1981, arrojan cifras de una gravedad inusitada, que fuerzan a pensar en la necesidad perentoria de subsanar las limitaciones del sistema educativo, la tasa global de fracaso escolar en la provincia de Madrid alcanza él 27% de todos los niños que cursan EGB, es decir, de cada cien alumnos, veintisiete no podrán pasar al nivel educativo superior.

Esta cifra, sin embargo, hay que desglosarla en sus dos grandes categorías, por cuanto está artificialmente disminuida por la inclusión en la valoración global de las escuelas privadas. Atendiendo exclusivamente a los resultados de la escuela pública, el índice de fracaso aumenta hasta el 37% en este último año, y si valoramos sólo el índice de fracaso de los colegios públicos en la provincia, excluidos. los de la capital, el índice de fracaso sube hasta el 43,61%. El dato de que, de cada cien niños que comienzan la EGB, 44 fracasen en sus estudios y no puedan pasar al BUP, reclama por sí solo la adopción de medidas urgentes.

Clave: la preescolar

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En cuanto a la escuela privada los índices son reveladores. En Madrid capital los fracasos ascienden al 17,47% de los casos, y también son inferiores a los centros privados de la provincia, que suben al 22,76%, siempre referidos al último curso.Destaca el hecho de que el índice de fracaso escolar en la escuela privada es considerablemente menor que en la estatal. La primera cuestión que se planteó al equipo de inspectores que redactaron el informe fue, por tanto, analizar las causas que originaban esta diferencia. "Somos conscientes", señala el informe, "de la multitud de variables implicadas en el rendimiento final del sistema educativo. Algunas de ellas no están claramente identificadas ni definidas; otras se utilizan de manera demagógica por parte de sectores interesados. En nuestro caso, nos hemos limitado a dos: la escolarización en preescolar y la prórroga de la escolaridad obligatoria por dos años.

La asistencia de los niños a temprana edad -cuatro y cinco años- a los cursos de preescolar es un dato fundamental a tener en cuenta, por cuanto los niños que hacen el primer curso de la EGB sin haber tenido acceso a la formación previa que concede la preescolarización están en fuerte desventaja, a la hora del rendimiento en los estudios, respecto a los que sí han disfrutado de sus ventajas.

En los colegios públicos, las plazas de preescolar disponibles son absolutamente insuficientes para acoger a todos los alumnos que luego cursarán la EGB. en esos mismos centros. Dado que la única etapa de instrucción obligatoria y gratuita es la de EGB, de los seis a los trece años, las autoridades ministeriales se han volcado, fundamentalmente, en poner todos los medios disponibles a cumplir este fin. De esta forma, las aulas de los centros estatales se han destinado casi exclusivamente a la EGB, incluso ocupando progresivamente las escasas clases de párvulos existentes.

La paulatina desaparición de estas aulas no ha sido compensada mediante la puesta en práctica de un programa de construcción de colegios de preescolar capaz de absorber a los alumnos procedentes de las suprimidas y atender a las necesidades planteadas por el crecimiento de población. Este fenómeno ha sido particularmente grave en los grandes pueblos que forman el Area Metropolitana de Madrid, en los que el índice de crecimiento de la población, en su inmensa mayoría formada por matrimonios jóvenes y, por tanto, con una altísima tasa de niños pequeños, ha crecido mucho más rápidamente que el número de aulas ofertadas.

En cambio, en Madrid capital el proceso ha seguido una tendencia inversa. El freno a la inmigración, el traslado de buen número de madrileños a los pueblos cercanos, donde las viviendas eran relativamente más baratas, ha originado que la población infantil de la capital creciera a un ritmo mucho menor -en estos momentos ha descendido a la mitad del de los años sesenta-, por lo que, al contrario del caso anterior, aulas de EGB han podido destinarse de nuevo a preescolar. Esto explica, entre otros factores, que el índice de fracaso escolar sea menor en la capital que en los pueblos.

En el caso de las escuelas privadas, se constata que, en su gran mayoría, disponen de clases de preescolar para la casi totalidad de sus alumnos. "Esto es así en la actualidad y lo era en cursos pasados". Esta parte del informe termina señalando: "Las altas tasas de fracaso escolar de los colegios públicos de Madrid están en consonancia con el bajo número de unidades de preescolar de estos centros".

Dos años de prórroga

El otro factor importante que incide en la disparidad de las cifras del fracaso escolar entre la escuela pública y la privada se centra en la posibilidad legal de prorrogar por, dos cursos más la asistencia a clase de los alumnos retrasados en sus estudios, hasta la edad tope de quince años. "El problema se produce, sin embargo, en que, para poder prorrogar la escolaridad, la ley pone la condición de que haya puestos escolares vacantes en el centro". Y esta condición se da con mucha mayor facilidad en los centros privados. "El porcentaje de alumnos que prorrogan su escolaridad hasta los catorce-quince años de edad es más alto en los colegios privados, según muestran los datos provisionales obtenidos en una muestra elegida al azar, en la que se incluyen centros públicos y privados". En los públicos, la congestión de los mismos y la llegada de nuevas promociones de alumnos de EGB a los cursos superiores dificultan enormemente la posibilidad de que un alumno retrasado pueda repetir curso y tener acceso al BUP.Concretamente, en los centros estatales de Madrid capital, un 9,51% debe abandonar sus estudios sin tener acceso al título de graduado escolar. En la provincia, donde la masificación es aún mayor y las plazas de preescolar más exiguas, el porcentaje aumenta hasta el 18,56%. En los centros privados, el proceso es inverso, es decir, finalizan su escolaridad menos alumnos que los matriculados en el curso octavo, lo que significa que la mayor parte de los alumnos privados de octavo que no alcancen la evaluación positiva en este nivel pueden prorrogar su permanencia.

"Este fenómeno", concluye el informe, "sin que sea el único factor explicativo, está incidiendo; a nuestro parecer, de manera significativa en el alto porcentaje de fracaso observado en los centros públicos".

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