Un discurso decepcionante

( ... ) Si es cierto que las palabras entusiasman más que los hechos, y más que los propios hechos decepcionan, habrá que convenir -por mucho que parezca una impresión apresurada- que el discurso de investidura pronunciado ayer por el candidato a presidente del Gobierno, Felipe González, sembró los pasillos del Congreso de una lacerante desilusión y un doloroso desencanto. Es muy posible que hoy, en el debate, la capacidad de improvisación, la facilidad para la comunicación y los recursos argumentales para precisar y convencer hagan olvidar el lamentable tono monocorde y la inconcreción de lo ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

( ... ) Si es cierto que las palabras entusiasman más que los hechos, y más que los propios hechos decepcionan, habrá que convenir -por mucho que parezca una impresión apresurada- que el discurso de investidura pronunciado ayer por el candidato a presidente del Gobierno, Felipe González, sembró los pasillos del Congreso de una lacerante desilusión y un doloroso desencanto. Es muy posible que hoy, en el debate, la capacidad de improvisación, la facilidad para la comunicación y los recursos argumentales para precisar y convencer hagan olvidar el lamentable tono monocorde y la inconcreción de lo que debió ser ayer, como pide la Constitución, un programa de Gobierno con el que un candidato se somete a la investidura.Quizá la decepción que causó el mensaje de Felipe González sea la resultante de una expectación desmesurada, pero comprensible, o tal vez se trate, simplemente, de que un discurso leído nunca puede provocar el efecto de unas declaraciones puntuales brillantes y eficaces a las que el líder socialista ha acostumbrado al país desde su feliz irrupción en la política española. Muchos líderes políticos, a los que al finalizar ayer la sesión les fue solicitad.a su opinión sobre el mensaje del futuro presidente del Gobierno, no pudieron evitar -ante las cámaras de televisión, los micrófonos de la radio o los blocs de los periodistas- exteriorizar sus críticas a un discurso que, al margen de afinidades ideológicas o estratégicas, mereció comentarios casi unánimes sobre su indefinición. ( ... )

1 de diciembre

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En