El presidente de Argentina, general Bignone, presenta el Estatuto de los Partidos Políticos

El presidente argentino, general Reynaldo Bignone, tenía previsto anoche exponer públicamente el Estatuto de los Partidos Políticos, cuyo texto -que por el momento se desconoce- ya ha sido entregado a los interesados por funcionarios del Ministerio de Interior. En su intervención, Bignone pensaba reiterar la voluntad gubernamental de institucionalizar la vida política del país con la celebración de elecciones en los primeros meses de 1984. El anuncio presidencial se produce en un momento en el que Argentina vive una situación social explosiva.

El mensaje de Bignone, inicialmente previst...

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El presidente argentino, general Reynaldo Bignone, tenía previsto anoche exponer públicamente el Estatuto de los Partidos Políticos, cuyo texto -que por el momento se desconoce- ya ha sido entregado a los interesados por funcionarios del Ministerio de Interior. En su intervención, Bignone pensaba reiterar la voluntad gubernamental de institucionalizar la vida política del país con la celebración de elecciones en los primeros meses de 1984. El anuncio presidencial se produce en un momento en el que Argentina vive una situación social explosiva.

El mensaje de Bignone, inicialmente previsto para la noche del miércoles, ha despertado gran expectación en el país, no sólo por el anuncio referido al Estatuto de los Partidos Políticos, sino por la posibilidad de que el presidente se refiera a la situación general que atraviesa Argentina.Una situación sociopolítica que ningún analista duda en calificar de explosiva. Anuncios de huelgas, fuertes disensiones en las esferas dirigentes sobre la política económica y la posibilidad de que Argentina se encuentre dentro de unos días técnicamente en suspensión de pagos en marcan el panorama que vive el país al cumplirse los seis años y medio del golpe militar de marzo de 1976.

Subida de chiste

La práctica totalidad de los sindicatos argentinos se prepara para desencadenar en los primeros días de septiembre huelgas y manifestaciones contra los bajos salarios, el paro y la carestía de -la vida. El aumento lineal de lo salarios no ha servido para reducir la explosividad del clima social argentino, que, para algunos observadores, pone en peligro la vuelta del país a la vida constitucional.La decisión de incrementar los salarios en cincuenta dólares, en dos plazos con fechas 1 de agosto y 1 de septiembre, unánimemente considerada como insuficiente, ridícula e incluso calificada de chiste por los líderes sindicales, ha provocado una crisis ministerial que debilita aún más la posición ya delicada del Gobierno e incrementado la desconfianza y la incertidumbre.

El nuevo ministro de Economía, Jorge Wehbe, considera que los incrementos salariales no han podido ser mayores "por el deterioro económico del país". El ministro afirma que el problema con el que se tendrá que enfrentar será el de "cómo evitar que los incrementos salariales repercutan en nuevos aumentos de precios" y atribuye a razones psicológicas la inflación desatada que padece el país. "Es muy difícil luchar contra un proceso histérico como el que tenemos en materia de inflación", dice Wehbe, "porque aquí los problemas psicológicos son tan importantes como los económicos".

La dimisión del ministro de Economía, José María Dagnino Pastore, que buscaba el equilibrio y hacía de la refinanciación de la deuda exterior (40.000 millones de dólares) un objetivo prioritario para reactivar la economía, seguida de la del presidente del Banco Central, Domingo Cavallo, constituye para los observadores, la parte visible del iceberg del desacuerdo en la dirección de la política económica.

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Las reacciones políticas a la dimisión de Dagnino Pastore han sido unánimemente pesimistas, y todas las centrales sindicales han optado por la acción, pese al llamamiento presidencial a la reflexión sobre "una prueba de fuerza que agravaría aún más una situación ya crítica".

La dimisión del ministro de Economía, por otra parte, paralizó el cambio de divisas para el pago de obligaciones de la deuda exterior por valor de unos ochocientos millones de dólares, que vencieron en mayo.

Según la agencia privada Noticias Argentinas, fuentes de la banca internacional que operan en el país estiman que si esas obligaciones no se cancelan antes de fin de mes, el país se encontrará técnicamente en suspensión de pagos. No obstante, se estima que ningún acreedor declarará la suspensión de pagos ya que los bancos dejarían de cobrar los intereses.

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