Reportaje:Perú: guerrilla campesina contra Belaúnde / 1

Sendero Luminoso, un grupo maoísta con sólo dos años de existencia

A las 11.30 de la noche del martes 2 de marzo, 150 personas encapuchadas y armadas irrumpen divididas en dos grupos, en la ciudad de Ayacucho, en el interior del país, a 570 kilómetros de Lima. Con fuego de metralleta y dinamita, una de las columnas ataca los puestos de la Guardia Civil, Guardia Republicana y Policía de Investigaciones, mientras la otra hace volar la puerta de la prisión. Al mismo tiempo, dos grandes ex plosiónes dejan sin luz y teléfonos a la ciudad. Las fuerzas policiales no pueden evitar que se produzca la fuga masiva de presos, que abandonan la población en varios camiones...

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A las 11.30 de la noche del martes 2 de marzo, 150 personas encapuchadas y armadas irrumpen divididas en dos grupos, en la ciudad de Ayacucho, en el interior del país, a 570 kilómetros de Lima. Con fuego de metralleta y dinamita, una de las columnas ataca los puestos de la Guardia Civil, Guardia Republicana y Policía de Investigaciones, mientras la otra hace volar la puerta de la prisión. Al mismo tiempo, dos grandes ex plosiónes dejan sin luz y teléfonos a la ciudad. Las fuerzas policiales no pueden evitar que se produzca la fuga masiva de presos, que abandonan la población en varios camiones preparados al efecto.Cuando a las cinco de la madrugada cesan las explosiones y las ráfagasde armas auotmáticasi se han fugado 241 reclusos, 54 de ellos acusados por actividades terroristas. En la balacera mueneroncatorce presos, cuatro atacantes y dos guardias republicanos. El país se desayunó con la noticia, y el ministro del Interior, teniente general José Gagliardi, reconoció oficialmente la existencia de una guerrilla en Perú. Tiene nombre poético y apellido maoísta. Se llama Sendero Luminoso.

Silencio oficial

Desde que Perú reanudó la normalidad democrática, hace tres años, tras once de Gobierno miltar, los medios de comunicación habían silenciado o minimizado las acciones armadas de Sendero Luminoso.

La campaña de Prensa, dirigida desde la Presidencia de la nación, tenía como objeto no inquietar al Ejército. Belaúnde, y con él todo el país, recuerdan la actuación de las Fuerzas Armadas en 1965, cuando intervinieron para aniquilar las guerrillas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Obtuvo un tanto éxito que copó el poder y se quedó en él durante once años.

Pero tras la asonada de Ayacucho, el Gobierno de Belaúnde y Ulloa no ha podido ocultar por más tiempo la verdad: en Perú funciona desde 1980 un grupo guerrillero fomentado por el Partido Comunista de Perú-Sendero Luminoso que ha saqueado polvorines, volado instalaciones eléctricas, atacado comisarías; un grupo armado que ha liberado a los camaradas encarcelados, que ha declarado la guerra popular contra el Gobierno.

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Caos económico

La estrategia desestabilizadora de Sendro Luminoso persigue, en principio, derrocar al Gobierno de Manuel Ulloa, romper la coalición derechista Acción Popular-Partido Popular Cristiano y echar a Belaúnde de la Presidencia. Los argumentos son los de cualquier otra guerrilla latinoamericana: hambre y miseria.

Efectivamente, la bancarrota económica que amenaza a Perú está acelerando vertiginosamente el empobrecimiento del 80% de la población. La deuda externa se acerca a los 20.000 millones de dólares (por encima de los dos billones de pesetas), la inflación anual sobrepasa el 60%, y uno de cada dos peruanos está sin trabajo estable o está subempleado.

El campo, del que depende. la mitad de la población, no comercializa debidamente los productos. Muchos de los braceros del interior reciben aún sus jornales en kilos de coca con la que sustituir la comida. La reforma agraria inicia, da por el general Velasco Alvarado en 1969 fue frenada por su sucesor, Morales Berinúdez, y ha dado marcha atrás con Belaúnde.

A largo plazo, Sendero Luminoso propugna, mediante el levantamiento del pueblo en armas, la instauración de un Gobierno obrero y campesino "que construya una nueva patria, justa, libre, soberana y sin explotados ni explotadores".

Apoyo campesino

La actual guerrilla peruana ticne su origen en una escisión del Partido Comunista peruano, tradicionalmente prosoviético, a mediados de la década pasada. El nuevo grupo se declaró abiertamente prochino y pasó a denominárse "PCP " el Sendero Luminoso de José Carlos Mariátegui" Sendero para los amigos.

Lo que caracterizó a Sendero Luminoso desde el principio fue la juventud de sus militantes -casi todos alumnos de secundaria a punto de entrar en la universidad- y la combatividad que demostraron en los paros generales que convulsionaron la dictadura de Morales- Bermúdez en 1977 y ,1978. En vísperas de las elecciones de 1980, Sendero lanzó una ofensiva de atentados con explosivos en Lima y una campaña de agitación campesina en Ayacucho, una de las regiones más pobres.

Paso a la acción

Es en la inhóspita pampa ayacuchana donde la organización ha encontrado más eco en sus llamamientos a la insurrección desde que en 1977 impulsara un congreso de campesinos y un frente de defensa de pequeños agricultores.

En 1980, el partido decidió pasar a la acción. Los jóvenes estudiantes y campesinos fueron instruidos en dos campamentos escondidos en lo más profundo de la sierra.

Las primeras acciones fueron asaltos a comisarías de pequeñas localidades en las que los guerrilleros se apoderaron de metralletas Star, denominadas en su jerga como tartamudas. También se hicieron con cientos de kilos de explosivos en el centro minero La Canaria, a pocos kilómetros de Ayacucho.

Los senderistas pertenecen a las mismas comunidades en las que se mueven. Tras una acción encapuchada retornan a sus trabajos o, a sus aulas. En general, la población campesina no comparte los métodos violentos, pero tampoco colabora con la policía. En Lauricocha, por ejemplo, un comando robó el polvorín y fue perseguido por la mayoría del pueblo hasta que devolvió los explosivos, pero al día siguiente nadie dio ninguna pista a la Guardia Republicana.

Con el tiempo, la comunidad campesina ha pasado a apoyar más directamente a la guerrilla. En agosto del año pasado, treinta guerrilleros dinamitaron el cuartel de la Guardia Civil de San José de Secllas, en la ceja de la selva, cerca de Huancavélica. Los guardias iniciaron rápidamente la persecución, pero los guerrilleros recibieron, caballos frescos de manos de los propios habitantes del pueblo y lograron huir.

Tras el asalto al cuartel de Quinua, en el que murió un policía y otro fue herido gravemente, el Gobierno de Manuel Ulloa reaccionó decretando el estado de emergencia en la región, cometiendo Ayacucho al toque de queda y enviando a la zona refuerzos antiterroristas. La plana mayor de Sendero Luminosa fue detenida y encerrada en la prisión. Los militantes que consiguieron esconderse en la montaña decidieron entonces libe rar a sus jefes.

Guerra y cocaína

En enero de este año, con pocos días de intervalo, desapareció dinamita otra vez de la mina La Canaria, y fueron robados fusiles ligeros Fal y carabinas M-1 en la base naval de El Callao, en Lima. La Policía de Investigaciones sospechaba que se preparaba algo gordo. El problemá era adivinar qué y dónde. Lo supo demasiado tarde, cuando en la noche del 2 al 3 de marzo 150 desconocidos asaltaron los cuarteles de Ayacucho, rodearon la prisión y liberaron a 247 reclusos.

La clase política se conmocionó, y el presidente Belaúnde Terry culpó de los sucesos de Ayacucho "a un nuevo fenómeno: el narcoterrorismo". Se apoyaba en el hecho de que entre los fugados hubiera cincuenta terroristas y casi cien traficantes de cocaína.

La versión presidencial vincula a Sendero Luminoso con la mafia de la coca, interesada como el grupo guerrillero en volver a una dictadura militar.

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