Confusa situación diplomática tras el documento de la OLP

Ronald Reagan confirma en su misión al enviado en Oriente Próximo

"El presidente mantiene su plena confianza en su enviado especial a Oriente Próximo", dijo un portavoz de la Casa Blanca ante la petición del senador Larry Pressler, quien pide la dimisión de Philip Habib, al que no considera como imparcial en las negociaciones entre israelíes y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), debido a que Habib trabaja también como asesor de la potente firma norteamericana de ingeniena y construcción Bechtel Group Inc.La revelación, publicada en exclusiva en el diario The Washington Post, proviene del senador republicano Larry Pressier...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

"El presidente mantiene su plena confianza en su enviado especial a Oriente Próximo", dijo un portavoz de la Casa Blanca ante la petición del senador Larry Pressler, quien pide la dimisión de Philip Habib, al que no considera como imparcial en las negociaciones entre israelíes y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), debido a que Habib trabaja también como asesor de la potente firma norteamericana de ingeniena y construcción Bechtel Group Inc.La revelación, publicada en exclusiva en el diario The Washington Post, proviene del senador republicano Larry Pressier. "Su labor no puede ser imparcial al colaborar con una firma con netos intereses proárabes", dijo el senador Pressler, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

El portavoz de la Casa Blanca minimizó el nuevo asunto alegando que la labor de Philip Habib no se vería en ningún caso afectada por su escasa relación con la firma Bechtel. Por su parte, un portavoz de esta compañía, con sede en San Francisco, alegó que los honorarios que recibe anualmente Habib son mínimos. Se calculan entre, 10.000 a 5.0.000 dólares (aproximadamente, entre algo más de un millón a 5,5 millones de pesetas).

El vínculo de Habib con Bechtel supone un primer tropiezo para la figura del nuevo secretario de Estado, George Shultz, ex presidente de la misma firma, en la que también trabajó el actual secretario de Defensa, Caspar Weinberger, y el subsecretario de Energía, Kenneth Davis. Equipo que, por sus ex relaciones profesionales, se comienza a denoninar, en los medios políticos de Washington, como la Bechtel connection. Con importantes intereses económicos en el mundo árabe, la Bechtel ejerció, al parecer ciertas presiones en los círculos políticos de la Administración Reagan a la hora de decidir la venta a Arabia Saudí de un equipo de aviones radares AWACS, equipados con radares volantes del sistema AWACS por valor de unos 8.000 millones de dólares.

"Quiero una explicación", dijo Pressler, "porque durante una hora pregunté a George Shultz por sus ex relaciones con Bechtel y sus posibles influencias en la Administración" durante las audiencias en el Senado que confirmaron, hace dos semanas, a Shultz en su nuevo cargo de secretario de Estado, en sustitución del dimitido Alexander Haig.

A pesar de la carga política de las revelaciones del senador Pressler, no deja de resultar curioso que salga ahora a la luz la labor de Habib, en un momento en que se produce un acercamiento entre la Administración Reagan y la OLP que inquieta vivamente a los influyentes medios proisraelíes del Congreso norteamericano.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En