El consejero delegado de Duro-Felguera pide la fusión de todos los astilleros asturianos

"Los astilleros de la bahía de Gijón irán cerrando tino a uno y se puede determinar incluso con cierta precisión la suspensión de pagos de cada uno de ellos", manifestó ayer a EL PAIS Félix Mazón, consejero delegado de Duro-Felguera, quien no ve otra salida que la fusión de todos ellos. Uno de los astilleros, Cantábrico y Riera, está ya en suspensión de pagos y sus trabajadores protagonizan estos días intensas movilizaciones con quemas de llantas de ruedas, cortes de tráfico y encadenamientos en las calles de las principales poblaciones asturianas.En la bahía gijonesa hay cuatro astilleros del...

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"Los astilleros de la bahía de Gijón irán cerrando tino a uno y se puede determinar incluso con cierta precisión la suspensión de pagos de cada uno de ellos", manifestó ayer a EL PAIS Félix Mazón, consejero delegado de Duro-Felguera, quien no ve otra salida que la fusión de todos ellos. Uno de los astilleros, Cantábrico y Riera, está ya en suspensión de pagos y sus trabajadores protagonizan estos días intensas movilizaciones con quemas de llantas de ruedas, cortes de tráfico y encadenamientos en las calles de las principales poblaciones asturianas.En la bahía gijonesa hay cuatro astilleros del grupo pequeños y medianos (Marítima del Musel, Cantábrico y Riera, Constructora Gijonesa y Duro-Felguera) que tienen, en total, una plantilla de 3.400 trabajadores, sus contratas aparte, y que produce casi el 26% del subsector. Pedro de Silva, diputado por Asturias y portavoz socialista en la Comisión de Industria del Congreso, promovió el año pasado reuniones conjuntas de empresarios y trabtadores; en el convencimiento de este sector gijonés emprendería inexorablemente el camino del cierre a menos que adoptara un plan audaz, que de todas formas no impediría la pérdida de puestos de trabajo.

La propuesta del diputado socialista consistía en crear una sociedad de reconversión con las cuatro empresas, dando un trato de igualdad a las privadas y a la pública -Constructora Gijonesa-, que sería la encargada de formular un plan global de reestructuración en los aspectos industrial, financiero y de empleo. El deselnace del proceso de integración sería una fórmula tipo holding desde el punto de vista organizativo y mercantil que permitiría diversificar y especializar las instalaciones de cada astillero.

El retraso en la adopción de este plan ha producido ya una suspensión de pagos con efectos seguramente irreversibles y ahora Félix Mazón hace igualmente un análisis pesimista del futuro de los astilleros gijoneses a pesar de que cuentan con la ventaja de su posible fusión. De todas formas, Mazón agrega que sólo hay horas disponibles de trabajo para el 60 o el 70% de la plantilla, lo que exige la búsqueda de otras ocupaciones alternativas para 1.300 trabajadores. Duro-Felguera y Constructora Gijonesa, esta última del Instituto Nacional de Industria (INI) constituyen una unidad geográfica; son complementarias y tienen un importante potencial futuro en la fabricación de barcos normales y especiales por la proximidad de prestigiosos talleres de construcción mecánica y calderería pesada.

La fusión de los astilleros DuroFelguera, Constructora Gijonesa y Marítima de Musel encuentra obstáculos, según Félix Mazón, "en quienes están en los astilleros públicas y quienes ven en el problema la oportunidad de hacer demagogia".

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