La guerra en el Atlántico sur

Los No Alineados reconocen la soberanía argentina sobre las Malvinas

Dos guerras, la de Irán-Irak y la del Atlántico sur, acaparan la atención de la Conferencia ministerial de países No Alineados, que dio comienzo el miércoles en La Habana con la presencia de su actual presidente, Fidel Castro. En el conflicto de Oriente Próximo es poco probable que se llegue más allá de una exhortación a la paz, por tratarse de dos miembros de la organización. En el caso de las Malvinas, el grupo latinoamericano ha llegado al consenso sobre una resolución cubana en la que se reconoce la soberanía argentina sobre las islas y se condena la actitud colonialista británica y el apo...

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Dos guerras, la de Irán-Irak y la del Atlántico sur, acaparan la atención de la Conferencia ministerial de países No Alineados, que dio comienzo el miércoles en La Habana con la presencia de su actual presidente, Fidel Castro. En el conflicto de Oriente Próximo es poco probable que se llegue más allá de una exhortación a la paz, por tratarse de dos miembros de la organización. En el caso de las Malvinas, el grupo latinoamericano ha llegado al consenso sobre una resolución cubana en la que se reconoce la soberanía argentina sobre las islas y se condena la actitud colonialista británica y el apoyo de Estados Unidos.La intervención de algunos países latinoamericanos de habla inglesa, como Trinidad-Tobago, ha suavizado algunos términos de la declaración.

El reconocimiento de la soberanía argentina sobre las Malvinas no encontrará obstáculos, ya que figura en numerosas declaraciones de los países no alineados. Pero más allá del grupo latinoamericano existen reticencias para apoyar una condena del Reino Unido.

El tono antibritánico y antiestadounidense de la conferencia lo dio el discurso inaugural pronunciado por el canciller cubano Isidoro Malmierca, que calificó la actitud británica como "un gesto de soberbia típicamente colonial".

A su juicio, la guerra de las Malvinas ha dejado al desnudo la hipocresía de Washington, que de negociador se convirtió en principal aliado de una de las partes, a pesar de su supuesta alianza con América Latina en caso de agresión extracontinental. Cuando el canciller cubario denunció las presiones ejercidas por el Gobierno norteamericano para que la declaración final omita alusiones a la política imperialista en el mundo, el .jefe de la :misión EE UU en Cuba, Wayne Smith, abandonó el estrado de'los diplomáticos.

-El ministro panameño de Exteriores, Jorge Illueca, empleó idéntico tono. Dijo que "la demencia política inglesa. y la inconsecuente miopía estadounidense han hecho trizas el sistema interamericano de defensa". EE UU no toma en cuenta, dijo, que sólo por intereses y servicios de deuda externa obtiene en América Latina beneficios astronómicos, del orden de 40.000 millones de dólares anuales.

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