Crítica:MÚSICA CLÁSICA

Un público renovado

Un público distinto al habitual durante la temporada prácticamente llenó el Real en el segundo de los conciertos de música española programados por la ONE fuera de abono. La convocatoria, seguida de los resultados, ha resultado un acierto pleno.Escuchamos por primera vez la página del maestro Llácer Pla Anem de folies. En un lenguaje tradicional, aunque no viejo, la obra posee los atributos propios del sinfonismo levantino: carácter poemático, sensualismo sonoro, reminiscencias populares en ritmos, apuntes melódicos e incluso en los colores. A este respecto, hay que notar el marc...

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Un público distinto al habitual durante la temporada prácticamente llenó el Real en el segundo de los conciertos de música española programados por la ONE fuera de abono. La convocatoria, seguida de los resultados, ha resultado un acierto pleno.Escuchamos por primera vez la página del maestro Llácer Pla Anem de folies. En un lenguaje tradicional, aunque no viejo, la obra posee los atributos propios del sinfonismo levantino: carácter poemático, sensualismo sonoro, reminiscencias populares en ritmos, apuntes melódicos e incluso en los colores. A este respecto, hay que notar el marcado protagonismo atribuido a las familias instrumentales de viento. Anem de folies es música que se sitúa lejos de cualquier postura pretenciosa y transita por los caminos de la evocación inspirada, mostrando el excelente oficio del compositor valenciano. Como único pero señalaría cierto exceso de longitud, y no es que la obra sea (o se haga) muy larga, sino que su sustancia musical probablemente hubiera debido imponer mayor concisión a la forma.

Anem de folies (Llácer Pla), Fantasía para un gentil hombre (Rodrigo), Intermedio de Goyescas (Granados) y El amor brujo (Falla)

Gabriel Estarellas, guitarra; Carmen Sinovas, mezzo-soprano. Orquesta Nacional de España. Director: José María Cervera. Teatro Real, 27 de mayo de 1982.

Sonido pequeño

La primera parte levantina se completaba con la Fantasía para un gentil hombre, la obra de Rodrigo para Segovia. Fue solista el joven guitarrista mallorquín Gabriel Estarellas, que exhibió un sonido bonito, pero bastante pequeño. Como tampoco anduvo holgado de facilidad en el mecanismo, su versión quedó un tanto corta de proyección expresiva. Hay que decir, no obstante, que fue muy aplaudido, lo mismo que Carmen Sinovas, que cantó muy correctamente el breve, pero tan comprometido, papel vocal de El amor brujo, la obra que, junto con el Intermedio de Goyescas, llenaba la segunda parte.

De nuevo se apuntó un triunfo en Madrid el joven maestro Cervera Collado. Tras su admirable labor en el Simón Boccanegra de la temporada de ópera los dos conciertos sinfónicos al frente de la Orquesta Nacional han venido a confirmar sus cu

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