La Junta argentina acusa al Reino Unido de cometer una "alevosía"

El Gobierno argentino denunció ayer un nuevo ataque británico contra las islas Malvinas y el hundimiento de un barco pesquero por parte de aviones ingleses, que habrían ametrallado después los botes de salvamento de los supervivientes, según la versión del Estado Mayor conjunto argentino, que calificó esta acción como "un hecho que muestra una alevosía desconocida hasta ahora en la historia de la guerra en el mar".El buque factoría Narwal de matrícula argentina, fue atacado por aviones Sea Harrier poco después de las nueve de la mañana de ayer, hora local, a unas 66 millas náuticas al s...

El Gobierno argentino denunció ayer un nuevo ataque británico contra las islas Malvinas y el hundimiento de un barco pesquero por parte de aviones ingleses, que habrían ametrallado después los botes de salvamento de los supervivientes, según la versión del Estado Mayor conjunto argentino, que calificó esta acción como "un hecho que muestra una alevosía desconocida hasta ahora en la historia de la guerra en el mar".El buque factoría Narwal de matrícula argentina, fue atacado por aviones Sea Harrier poco después de las nueve de la mañana de ayer, hora local, a unas 66 millas náuticas al sur de Puerto Argentino, dentro de la "zona de guerra" declarada por el Reino Unido en el Atlántico sur. El capitán del barco comunicó por radio que había sido agredido y que tenía heridos a bordo.

Más tarde, un nuevo mensaje por radio desde el Narwal anunció que el navío estaba hundiéndose y que los tripulantes lo abandonaban en lanchas de salvamento. El tercer mensaje decía lo siguiente, según la versión oficial argentina: "Falleció uno de los heridos. El avión inglés nos sobrevoló atacando y destrozando las balsas. Resta un bote para los veinticinco que quedamos. Requerimos ayuda urgente". La última comunicación decía simplemente: "Hunden el bote que quedaba. Nos arrojamos al agua. Viva la patria".

El Gobierno argentino anunció su intención de denunciar ante diversos foros internacionales la agresión británica y repudió "este atentado a las más elementales reglas humanitarias y a las tradicionales normas de auxilio en el mar". Otro comunicado del Estado Mayor conjunto indicó anoche que el barco Forrest, que quinientas toneladas y totalmente pintado de rojo, había salido hacia el lugar del siniestro "con el único, elevado y humanitario objeto de recoger a los náufragos del Narwal".

Un portavoz militar argentino dijo que no le extrañaba en absoluto que en Londres se negara la existencia del ataque de ayer contra las Malvinas, porque Inglaterra "ha estado mintiendo desde que empezó el conflicto". El citado portavoz aclaró que no se había registrado un intento de desembarco en las islas, sino un ataque con artillería naval y helicópteros.

Más tarde, el Estado Mayor Conjunto comunicó,que el barco pesquero Narwal, que se encontraba faenando a 66 millas náuticas al sur de Puerto Argentino, fue atacado y hundido por un avión británico Harrier a las 9.21 de la mañana de ayer, hora local. La tripulación pudo abandonar el barco a bordo de lanchas salvavidas, según indicaron fuentes no oficiales. Varios buques de pesca japoneses y soviéticos se aproximaban ayer tarde a la región para rescatar los náufragos. No se descartaba que hubiera heridos en la tribulación.

El general Norberto Iglesias, secretario general de la Presidencia y uno de los participantes más activos en las conversaciones para hallar una solución diplomática del conflicto, resaltó la "indeclinable voluntad negociadora" argentina. El secretario general de la Presidencia acusó al Reino Unido de responder a cada negociación con una nueva agresión, y puso como ejemplo que, mientras estaba mediando Alexander Haig, Londres preparó y envió su flota; cuando el presidente peruano, Belaúnde Terry, proponía una nueva fórmula de paz, Inglaterra hundía un crucero argentino, y ahora, mientras el secretario general de la ONU trabaja por un acuerdo diplomático, los británicos bloquean el litoral argentino. Según el general Iglesias, el Reino Unido busca así obtener tiempo y ventajas militares, porque su objetivo verdadero no es la paz, sino reconquistar por la fuerza los territorios que Argentina recuperó tras 149 años de infructuosas reclamaciones. Buenos Aires, por el contrario, desea negociar porque está convencida de sus derechos y no quiere que "sigan muriendo hombres por un capricho colonialista", añadió Iglesias.