Cartas al director

Soldados salvadores

El coronel Escandell, defensor de Milans del Bosch en el juicio por los sucesos del 23-F, concluye la defensa de su patrocinado con una cita del filósofo alemán Spengler: "A la civilización la acabará salvando un pelotón de soldados". Esta frase, en su día, pudo estar revestida de la solemnidad con que el fascismo adorna toda su retórica; hoy deviene en amenaza di- Pasa a la página 14 Viene de la página 13 recta y contundente, desprovista de toda solemnidad teórica. Un siglo de dictaduras pasadas, presentes y, desgraciadamente, quizá futuras ha ilustrado suficientemente a la humanida...

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El coronel Escandell, defensor de Milans del Bosch en el juicio por los sucesos del 23-F, concluye la defensa de su patrocinado con una cita del filósofo alemán Spengler: "A la civilización la acabará salvando un pelotón de soldados". Esta frase, en su día, pudo estar revestida de la solemnidad con que el fascismo adorna toda su retórica; hoy deviene en amenaza di- Pasa a la página 14 Viene de la página 13 recta y contundente, desprovista de toda solemnidad teórica. Un siglo de dictaduras pasadas, presentes y, desgraciadamente, quizá futuras ha ilustrado suficientemente a la humanidad sobre los logros de la civilización que imponen unos soldados salvadores. Somoza, Pinochet, Galtieri y D'Abuisson son los nombres de algunos redentores contemporáneos de nuestra maltrecha civilización. En su haber, un balance común verdaderamente civilizador: ruina económica, miseria generalizada frente a fortunas crecientes, expolio de los recursos nacionales a manos extranjeras, analfabetismo endémico, corrupción..., y todo ello coronado por el terror (no hay otro modo de sostener el tinglado).Claro que, para algunos, Argentina, Chile, El Salvador, Guatemala o Turquía son auténticos ejemplos de su civilización, porque no hay nada como meter en cintura a la nación para que el poder, el dinero y la gloria de una minoría se eleve sobre el silencio forzado y la miseria material y cultural de la mayoría./

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