Editorial:

Serenidad y firmeza

DESDE ANTES que comenzara el juicio del 23-F avisamos de las tensiones y conflictos que conllevarían para la sociedad española y de la necesidad de un comportamiento sereno por parte de los medios de opinión ante el desarrollo de la vista. Creemos con toda sinceridad que la Prensa en su conjunto está haciendo gala de objetividad y mesura sin abandonar sus deberes informativos y críticos. Esta actitud nos parece más de tener en cuenta todavía, si se valoraba el silencio espectacular del Gobierno y la clase política -felizmente roto ayer por la declaración del Consejo de Ministros- ante los cont...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

DESDE ANTES que comenzara el juicio del 23-F avisamos de las tensiones y conflictos que conllevarían para la sociedad española y de la necesidad de un comportamiento sereno por parte de los medios de opinión ante el desarrollo de la vista. Creemos con toda sinceridad que la Prensa en su conjunto está haciendo gala de objetividad y mesura sin abandonar sus deberes informativos y críticos. Esta actitud nos parece más de tener en cuenta todavía, si se valoraba el silencio espectacular del Gobierno y la clase política -felizmente roto ayer por la declaración del Consejo de Ministros- ante los continuos y calumniosos ataques al Rey y a las instituciones democráticas proferidos durante la vista.Lo sucedido ayer con nuestro compañero Miguel Angel Aguilar, que asiste al juicio en representación de las Asociaciones de la Prensa, pone de relieve la permanente intención de algunos sectores de provocar incidentes y enfrentamientos con los medios de comunicación. Estos incidentes sólo benefician a los golpistas y sus corifeos, interesados como es obvio que el juicio contra los rebeldes no se sustancie con todo rigor y lógica. Por eso es de agradecer de la prudencia del Tribunal el que mantenga sus credenciales a Miguel Angel Aguilar, zanjando así una situación que tenía todas las características de ser un nuevo episodio de enfrentamientos estériles. La opinión pública tiene derecho a que este juicio termine en forma y cuanto antes. La energía de nuestra protesta del carnaval antimonárquico y antidemocrático que se quiere montar en torno al caso no impedirá por eso la actitud de serenidad ante las provocaciones.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En