Nicaragua decreta el estado de emergencia

ENVIADO ESPECIALEl Gobierno nicaragüense decretó en la madrugada del martes el estado de emergencia nacional, por treinta días prorrogables, en virtud de la existencia comprobada de planes de sabotaje urdidos por la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) en complicidad con ex guardias somocistas y grupos contrarrevoluciónarios que tienen sus bases en Miami y Honduras.

El último episodio del compló sería la voladura, en la noche del sábado al domingo, de dos puentes situados al norte del país, cerca de la frontera hondureña.

El decreto fue leído en la casa de gobiern...

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ENVIADO ESPECIALEl Gobierno nicaragüense decretó en la madrugada del martes el estado de emergencia nacional, por treinta días prorrogables, en virtud de la existencia comprobada de planes de sabotaje urdidos por la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) en complicidad con ex guardias somocistas y grupos contrarrevoluciónarios que tienen sus bases en Miami y Honduras.

El último episodio del compló sería la voladura, en la noche del sábado al domingo, de dos puentes situados al norte del país, cerca de la frontera hondureña.

El decreto fue leído en la casa de gobierno por el coordinador de la Junta de Reconstrucción, comandante Daniel Ortega, quien señaló: "Vamos a defender la revolución con las leyes y los fusiles".

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Cientos de milicianos, que justamente a las seis de la tarde habían sido citados para iniciar el segundo curso de entrenamiento, abarrotaron el salón y acogieron las palabras de Ortega con vivas al "poder popular".

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El estado de emergencia en Nicaragua coincide con la llegada del nuevo embajador de EE UU

sobre territorio nacional, incursiones de bandas somocistas, con la destrucción última de dos puentes en Río Negro y Ocotal.Medidas excepcionales de seguridad se advierten en la capital, con soldados apostados en los puentes y cortes de tráfico en las calles que rodean a los cuarteles. Desde los periódicos se hacen llamamientos a la población para que se incorpore a unas milicias que en esta segunda fase pueden superar los 100.000 efectivos.

La declaración de emergencia significa, según manifestó el comandante Daniel Ortega, la suspensión provisional de las garantías individuales, haciendo posible la detención por mera sospecha y el control de los medios de comunicación, que, por lo que hace a la Prensa escrita, serán sometidos a censura previa, en tanto que la radio sólo podrá dar los informativos de la emisora oficial.

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